Manila, 1 septiembre.– Filipinas anunció hoy una nueva extensión de un mes de la cuarentena por la pandemia de COVID-19 en Manila, que superará los seis meses de confinamiento ininterrumpido, el encierro más prolongado en el mundo hasta la fecha.
Sin embargo, el estricto cierre de la capital no ha dado buenos resultados a la hora de contener el virus, ya que los casos están en continuo ascenso desde el inicio de la pandemia superando los 122.000 contagios en Manila, el 52 % del total de infecciones del país.
Filipinas confirmó el lunes 220.819 casos -de los que 59.700 son todavía activos- y 3.558 muertes por la COVID-19, el saldo más elevado de Sudeste Asiático, donde casi todos los países vecinos, excepto Indonesia, han logrado contener la pandemia y recuperar cierta dosis de normalidad.
La capital -con casi 14 millones de habitantes- se cerró por tierra, mar y aire el 15 de marzo y así permanecerá al menos hasta el 31 de septiembre, un total de seis meses y medio, periodo en el que los viajes fuera de Manila están prohibidos excepto por emergencias.
La cuarentena de Manila va a ser la más larga del mundo, seguida de la de Buenos Aires que cumplirá seis meses el 20 de septiembre.
La prolongada cuarentena en la capital también afectó hasta el lunes a las provincias colindantes por las que se extiende la gran área metropolitana conocida como Mega Manila, con casi 30 millones de habitantes, aunque esas áreas periféricas -excepto la provincia de Bulacan- pasaron hoy a la fase más relajada de cuarentena, previa a la «nueva normalidad», en la que se encuentra casi todo el país.
Desde el 15 de agosto Manila vive una fase intermedia de confinamiento, que restringe los desplazamientos de las personas -los menores de 21 años y mayores de 60 años no puede salir de casa- pero permite la reapertura de más negocios para reactivar la economía, ya que durante meses solo funcionaban farmacias y mercados de alimentos.
El toque de queda de la capital pasa desde hoy y se mantendrá hasta finales de mes desde las 20.00 a las 22.00 y sigue acabando a las 5.00.
La pandemia ha hecho estragos en la economía filipina que entró en recesión por primera vez en 30 años y ha dejado sin empleo a casi la mitad de la fuerza laboral de Filipinas, donde el 16 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza.
Además de hundir el turismo, sector al alza en el país que llegó a suponer el 13 % de PIB el año pasado, la pandemia ha paralizado la construcción de infraestructuras y el sector servicios, los motores de la economía filipina.
EFE