Columna de opinión publicada en Contagio radio.
Por Fernando Quijano
Al buscar el significado de la palabra denuncia hay que ir su origen etimológico en el latín. Consta, entonces, de tres partes: el prefijo de, que traduce privación; el verbo nunciare, que es sinónimo de “hacer saber”; y el sufijo ia, que equivale a cualidad. Luego viene su significado conjunto: acción y efecto de denunciar irregularidades, ilegalidades que ocurren, las cuales se pueden hacer ante autoridad competente o públicamente.
La institucionalidad repite, permanentemente, el mismo estribillo: ¡Denuncie, no sea cómplice del delito y mucho menos del criminal!, y así demuestra que incentiva el apoyo ciudadano en su lucha contra el delito.
Y es cierto, la denuncia seria, responsable y con pruebas, sería una herramienta eficaz para luchar contra el crimen y contra la corrupción estatal. En Medellín, ciudad de múltiples contrates, donde lo ilegal cruza permanentemente lo legal, debería existir una política pública que enseñara y fomentara la acción de denunciar. (Continuar leyendo aquí)