Grupos de feministas, cristianos, estudiantes, jubilados y de la comunidad LGBTI se juntaron este lunes en el centro de Bogotá para dar un toque de diversidad al quinto día de protestas pacíficas contra las políticas del presidente colombiano, Iván Duque.
El punto de encuentro fue el Parque Nacional, adonde llegaron miles de personas para continuar lo que comenzó el jueves pasado como un «paro nacional» convocado por las centrales obreras contra posibles reformas laboral, de pensiones y tributaria, entre otras causas, y ya se convirtió en un multitudinario movimiento cívico.
También se reunieron para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer y para apoyar a Dilan Cruz, de 18 años, que fue herido gravemente el sábado en la cabeza por una bomba aturdidora disparada por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía en el centro de la ciudad.
CRISTIANAS INDIGNADAS
Entre la diversa multitud sobresalió un grupo de ocho mujeres que pertenecen a la Iglesia Cristiana Evangélica y llevaban carteles que rezaban «A Jesús también le duele la injusticia», «El señor le da fuerza a su pueblo, el señor lo bendice con paz», «¿Querías saber dónde está la iglesia? ¡Aquí estamos!» y «No podemos tener una relación con Jesucristo ignorando la injusticia de este mundo».
«Consideramos que no tenemos que permanecer en silencio ante las injusticias, las reformas pensionales, laborales y fiscales que va a adelantar el Gobierno, y el retroceso de garantías sociales y derechos humanos que plantea este Gobierno para los colombianos», dijo a Efe Estela Colmenares, una de las manifestantes.
La mujer explicó que esta es la segunda vez en los cinco días de protestas que se reúne con sus compañeras de iglesia en el centro de la ciudad para manifestar su disconformidad con el presidente Duque, al que pide llamar «al diálogo social a todas las organizaciones», entre ellas «las comunidades de fe».
«Somos actores sociales que tenemos derecho a estar también en la mesa de diálogo y consideramos que la salida es el diálogo», apostilló.
ESTUDIANTES Y JUEGOS
Como en los cuatro días anteriores, los estudiantes salieron a las calles para reclamar al Gobierno el cumplimiento de los acuerdos firmados y medidas contra la corrupción en las universidades públicas.
En esta ocasión, alumnos de la Universidad Distrital formaron un círculo e hicieron su propia versión de la ronda infantil «Juguemos en el bosque mientras el lobo no está» pero con críticas al Gobierno de Duque.
«La crisis en la universidad pública se ha vivido desde hace mucho tiempo y como estudiante veo muchas problemáticas dentro de la universidad que impiden que vaya a aprovechar todas las herramientas que me dan», afirmó a Efe Sebastián Trujillo, estudiante de Educación Física de la Universidad Pedagógica.
También entonaron canciones que decían «Vamos compañeros, vamos a luchar, que esto se gana con la lucha popular», pues Trujillo explicó que lo único que están pidiendo es «mejores espacios para la educación y tener un país libre».
Sonó además en los altoparlantes de una camioneta amarilla el himno de la Internacional Socialista mientras otro grupo de jóvenes corría en medio de la algarabía por la céntrica Carrera Séptima llevando una bandera de Colombia.
HOMENAJE A DILAN
Denis Cruz, hermana del joven que hoy se debate entre la vida y la muerte en el Hospital San Ignacio donde permanece con pronóstico reservado, lo representó este lunes en la ceremonia de graduación de bachiller y recibió su diploma en el colegio público Ricaurte, en el sur de la ciudad.
Allí leyó un corto discurso en el que agradeció a los profesores, directivos y estudiantes del colegio por el apoyo brindado a ella y a su familia desde el sábado, cuando su hermano fue herido.
«Lo que más deseamos en este momento es que él se recupere, no queremos absolutamente nada más, solamente estamos al lado de él, (queremos) que se recupere y lo único que les pedimos es que sigan orando, que lo tengan en sus oraciones porque él va a salir de esto, es un hombre fuerte, un niño inteligente», dijo con la voz entrecortada.
EFE