Por Claudia Yurley Quintero Rolón
Para Agencia de Prensa Análisis Urbano
“El crimen solo sobrevive y se mantiene si hay protección oficial, es evidente, si no hubiera complicidad sería muy difícil que los negocios criminales funcionarán”, Luis Fernando Quijano Moreno, presidente de Corpades y director de la Agencia de Prensa Análisis Urbano.
Desde la Agencia de Prensa Análisis Urbano, la Corporación Anne Frank y Corpades desarrollamos acciones conjuntas de pedagogía y prevención respecto a los crímenes relacionados con la esclavitud humana. Este artículo tiene un enfoque pedagógico y de denuncia, parte la construcción de conocimiento que propendemos en esta alianza. Buscamos darle rostro a quienes sufren estas violencias, visibilizar los territorios afectados y desenmascarar a quienes se lucran del cuerpo humano, en especial de niños, niñas y adolescentes (NNA).
Los delitos relacionados con la explotación humana, están en constante mutación por parte de los criminales, para obtener más ganancia y para minimizar los riesgos de ser presentados ante la justicia. Primero logran naturalizarlos en las sociedades y posteriormente combinan diferentes formas de criminalidad.
Medellín ha sido lastimosamente conocida en el mundo por actos aberrantes en contra de NNA, específicamente en el tema de la explotación sexual, ahora combinado con el microtráfico —o narcotráfico urbano— este crimen encontró un excelente mercado. Impune como siempre.
El pasado 3 de mayo se realizó un operativo en el centro de Medellín para rescatar NNA vulnerados, fue llevado a cabo por la Unidad de Niñez de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Policía de Infancia y Adolescencia. En el operativo se encontraron seis niños y niñas explotados y en situación de consumo pesado de estupefacientes[1].
Estos niños víctimas de explotación sexual fueron remitidos a diferentes entidades, cuatro fueron llevados al Hospital Mental de Antioquia para un proceso de desintoxicación.
Se encuentra en Medellín el mismo fenómeno “Bronx” dónde los niños son explotados, usados e instrumentalizados con el uso de drogas sicoactivas como herramienta de subyugación. Las ollas ven en ellos un excelente mercado; a cambio de drogas los explotan, tienen doble ganancia, el costo se la sustancia y el producto de la esclavitud.[2]
En Bogotá por ejemplo, a pesar del muy sonado “operativo del Bronx” la explotación sexual en el centro no cesa. No difiere mucho con la realidad del Valle de Aburrá. Aunque con la particularidad de la explotación en el marco del turismo/consumo, sabemos que uno de los tópicos más conocidos dentro del turismo extranjero tiene influencia directa en la venta de cocaína. Los turistas quieren sexo y droga y los combos están prestos para proporcionarlo. ¿Y la institucionalidad? ¿Acaso la explotación sexual infantil tiene protección oficial?
El problema
La explotación sexual comercial infantil (ESCI) es una gravísima violación de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, y una forma de explotación económica análoga a la esclavitud y al trabajo forzoso (Organización Internacional del trabajo OIT)[3].
La ESCI se puede encontrar en diferentes formas: la producción audiovisual de abusos sexuales (pornografía infantil), la trata de personas en NNA con fines sexuales, la explotación sexual asociada al turismo, y la utilización para la prostitución (también se denomina prostitución infantil aunque los defensores de derechos humanos quieren eliminar el término).
En 1996 la Declaración de Estocolmo, en el marco del I Congreso mundial contra la explotación sexual comercial infantil definió la ESCI como “La Explotación sexual Comercial Infantil es una forma de coerción y violencia contra los niños, equivale al trabajo forzoso y a una forma contemporánea de esclavitud”[4].
La ESCI es una violencia sexual, repudiada mundialmente. “La Organización Mundial de la Salud (OMS- 2002) define la Violencia Sexual como: ‘todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo’. La coacción puede abarcar el uso de grados variables de fuerza, intimidación psicológica, extorsión y amenazas”[5].
Debemos conocer los aspectos relevantes en la explotación sexual, tienen que ver con el desequilibrio de poder o autoridad entre un agresor y su víctima, la actividad tiene una naturaleza sexual y la víctima se encuentra en una situación de indefensión y de falta de libertad.
La ESCI y y la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes (ESCNNA) abarcan el mismo concepto, solo que la segunda incluye a los adolescentes.
Es tan criminal el que vende (proxeneta) como el que compra (prostituyente). En Medellín se han denunciado de forma reiterada paquetes turísticos que incluyen sexo con NNA. Algunos funcionarios han dicho: “Encontramos niños que se prostituyen solitos”. Se debe aclarar que los niños no se prostituyen “solitos”, hay un sistema que les lleva a esta penosa situación. Existen criminales dispuestos a pagar para vulnerarlos, violarlos y hacerles creer que una comida, una prenda, un paseo o un beneficio económico pueden encubrir tanta violencia.
Drogas y explotación sexual, una mezcla mafiosa
En Colombia no contamos con una política exitosa para prevenir y atender como un problema de salud pública el consumo de drogas; en el caso concreto de niños y niñas, son remitidos a centros de rehabilitación (operadores del ICBF), donde no se cuenta con bases científicas que brinden opciones de recuperación.
Las mafias vieron que era rentable vender sustancias a niños; ante un Estado silencioso crece en las ollas el fenómeno de la explotación sexual, entrelazado con el consumo. Al principio la droga incluso es gratuita para que niñas y niños asistan a fiestas o “chiquitecas”, posteriormente empiezan a chantajearlos y son utilizados, de diferentes formas, en estas “zonas liberadas” o “zonas de impacto”.
En el caso específico de Medellín, Luis Fernando Quijano Moreno afirma: “El crimen solo sobrevive y se mantiene si hay protección oficial, es evidente, si no hubiera complicidad sería muy difícil que los negocios criminales funcionarán”.
¿Soluciones?
Existen soluciones, pensamos incluso más allá de la lucha antimafiosa —que es prioritaria—, la prevención y la atención a víctimas, tenemos la obligación como sociedad de cuestionar los factores que impulsan la explotación sexual infantil: condiciones de pobreza y desigualdad, una cultura machista que se complace en la subyugación de los más pequeños, de una cultura prostituyente que cree que con el dinero se compra todo, incluso cuerpos humanos. La Sociedad colombiana, y específicamente Medellín, debe cuestionarse “la demanda” de sexo.
Análisis Urbano lo había denunciado en su investigación: En Medellín reina la paratranquilidad[6]. “La explotación sexual de menores crece por culpa del turismo sexual”.
¡Sin demanda no hay oferta y sin cliente no hay trata!
[1] http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/realizan-operativo-contra-la-explotacion-sexual-en-centro-de-medellin-83962.
[2] http://www.dw.com/es/el-bronx-de-bogot%C3%A1-la-bancarrota-de-la-guerra-contra-las-drogas/a-19303430.
[3] http://ilo.org/ipec/areas/CSEC/lang–es/index.htm.
[4] Declaración de la reunión realizada en Estocolmo con motivo del Congreso Mundial contra Explotación Sexual Comercial de los Niños. Estocolmo, agosto de 1996.
[5] LINEAMIENTO: Orientaciones técnicas y metodológicas para el diseño e implementación del curso de formación: Prevención y detección de la violencia sexual infantil, en especial del Abuso Sexual Infantil (ASI).
[6] https://www.las2orillas.co/en-medellin-reina-la-paratranquilidad/#.VxFCdRxffu4.twitter
Temas relacionados
¿Quién más trabajaba con el infiltrado del Clan del Golfo en Interpol?
“Este escenario de feminicidio parece una epidemia en Colombia”, Fernando Carrillo
“23 casos de abusos contra menores se presentan cada día en el país”, ICBF
Fin de semana fatal para los menores de edad en Colombia
Trata de personas: impunidad del 96 % en Colombia
Trata de personas, punto de no retorno en Colombia
Desmembrada encontraron en Cali a menor de edad
¿Nos rasgamos las vestiduras ante el Medellín burdel o mejor actuamos?
¿Medellín ‘el burdel más grande del mundo’?