Santa Cruz de La Palma (España), 19 de octubre de 2021.- Tras una jornada de relativa tregua, las coladas de lava que emergen del volcán de la isla canaria de La Palma (Atlántico), en erupción desde el pasado 19 de septiembre, han recuperado el pulso, y mientras una de ellas amenaza con atravesar el centro de un barrio ya desalojado, otra se encuentra apenas a 100 metros del mar.
El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) -que supervisa las operaciones relacionadas con la erupción-, Miguel Ángel Morcuende, apuntó este martes que en las próximas 24 horas se sabrá qué rumbos toman estas coladas, y alertó de que en función de ello habrá «mayores o menos destrozos».
Por el momento no hay previstas nuevas evacuaciones. Lo que sí se prevé es el confinamiento en sus casas de todos los vecinos del municipio de Tazacorte (4.600 habitantes) en el caso de que la colada que avanza hacia el mar lo alcance finalmente y comience a formar un nuevo delta lávico como el que surgió en los primeros días de la erupción.
El encuentro del magma y las aguas del océano puede dar lugar a explosiones y a la emisión de gases tóxicos, de modo que la medida de confinamiento se mantendría hasta comprobar que no hay peligro para la población.
Los científicos insistieron hoy en que no hay datos que permitan intuir que el proceso eruptivo esté llegando a su fin.
«Estamos lejos», ha recalcado la directora del Instituto Geográfico Nacional de España (IGN) en Canarias, María José Blanco, a pesar de que la tasa de emisión de dióxido de azufre medida ayer lunes fuera de 9.938 toneladas.
Aunque se trata de una cifra algo menor que la de días anteriores, tendría que bajar a entre 100 y 500 toneladas diarias para pensar en el final.
En cuanto a la menor emisión de ceniza y explosividad del volcán en las últimas horas, Blanco ha recordado que el 27 de septiembre hubo «un parón total» del tremor y de los signos observables en superficie, «y no significó nada».
«Puede ser algo efímero y que luego retome la actividad anterior», ha apuntado la directora del IGN en Canarias.
Sea como sea que evolucione la erupción, el presidente regional de Canarias, Ángel Víctor Torres, aseguró hoy que «nadie tendrá que abandonar la isla que ama porque aparezca un volcán», ya que subrayó que La Palma ha sufrido distintas erupciones a lo largo de su historia «y ha caído y se ha vuelto a levantar».
Canarias está formada por islas volcánicas y La Palma, en concreto, ha convivido con movimientos sísmicos y erupciones a lo largo de toda su historia, con registros documentados a partir del siglo XIV y, solo en los últimos 80 años, tres procesos eruptivos.
Según informó hoy el Instituto Volcanológico de Canarias, el actual volcán es el más dañino entre las erupciones históricas acontecidas en esa isla.
Este martes la compañía Binter volvió a operar vuelos con origen o destino al aeropuerto de La Palma, aunque la previsión es que el avance de la nube de cenizas del volcán pueda comprometer la operatividad hasta la primera mitad del miércoles.
Entretanto, el comité de dirección del Pevolca ha autorizado el intento de rescate con drones de unos perros aislados en unos estanques rodeados por la lava, propuesto por una asociación animalista con tecnología de una empresa de este tipo de aparatos.
Mientras, el cocinero español José Andrés, afincado desde hace años en los Estados Unidos y que recibirá este viernes el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2021, anunció que donará su parte del premio para ayudar a los damnificados por la erupción y que doblará esa misma cantidad con su patrimonio y el de su esposa.
José Andrés ha reconocido el «trabajo excepcional» que han desempeñado los gobiernos, las fuerzas de seguridad y los equipos de emergencia tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja.
EFE