Bogotá, 10 de noviembre de 2021.- Un comentario inapropiado e innecesario hecho en Israel por el ministro de Defensa de Colombia sobre Irán, país con el que se tiene una relación lejana, ha puesto en aprietos a la diplomacia de la nación andina y desatado una controversia por el manejo de las relaciones internacionales.
El titular de Defensa, Diego Molano, dijo el lunes en Jerusalén, donde acompañó en una visita al presidente colombiano, Iván Duque, que Irán y el grupo terrorista chií libanés Hizbolá son enemigos de Colombia como lo son de Israel.
«Aquí tenemos un enemigo común y es el caso de Irán y de Hizbolá, que opera en contra, por supuesto de Israel, pero también apoya al régimen de Venezuela y por lo tanto es un esfuerzo importante de intercambio de información e inteligencia el que desarrollamos con las fuerzas militares y el Ministerio de Defensa en Israel», expresó Molano tras reunirse con su homólogo Benjamín Gantz.
La declaración del ministro causó estupor no solo por su ligereza al tildar de «enemigo» a Irán, un país que incluso tiene embajada en Bogotá, sino por las implicaciones que puede traer a la relación bilateral, y obligó al presidente, primero a matizar el comentario, y luego a desautorizarlo.
«Colombia no usa la palabra enemigos para referirse a ningún país, nosotros no usamos la palabra enemigos para hablar de ninguna nación», aseguró ayer Duque en Jerusalén, donde dijo además que han «sido claros frente a cuáles son nuestras amenazas nacionales e internacionales».
De esta forma, Duque intentó apagar el incendio ocasionado por su ministro de Defensa, que no se caracteriza por la prudencia a la hora de expresarse, como cuando calificó de «máquinas de guerra» a los niños que son reclutados por guerrillas y bandas criminales, al referirse a la muerte de menores de edad en bombardeos militares.
LOS ENEMIGOS DE MIS AMIGOS
Hasta ahora no se conoce reacción alguna de Teherán a las declaraciones de Molano, y aunque pueden dejar maltrecha una relación ya de por sí distante por razones culturales y políticas con la República Islámica, analistas consideran que el caso probablemente no pasará a mayores.
«La declaración de Molano se hace con absoluto desconocimiento de la lógica de Oriente Medio, se hace partiendo de la premisa de que para tener buenas relaciones con Israel hay que enemistarse con sus enemigos, en este caso Irán», dijo a Efe el analista Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.
Jaramillo critica las alusiones, «sin aportar ninguna prueba», del ministro a los vínculos de Irán y Hizbolá con Venezuela, país que no tiene relaciones diplomáticas ni consulares con Colombia, y recuerda que en 2006 el Gobierno denunció en la Organización de Estados Americanos (OEA) que Teherán apoyaba a Venezuela en la supuesta intención de adquirir bombas nucleares, y luego tuvo que retractarse.
«Históricamente Colombia había mantenido una relación diplomática estable con Irán (…) ¿Cuál es el motivo para catalogar como enemigo a una potencia nuclear?», señala por su parte a Efe Manuel Alejandro Rayran, profesor de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
Rayran afirma que si hay sospechas de una triangulación «a través de Hizbolá», para el tráfico de armas entre Venezuela y Colombia, «si eso fuese verdad, si son sospechas corroboradas, Colombia debería mostrar ante la comunidad internacional esas pruebas».
«Si no lo hace pues es declararle la enemistad y crear un enemigo sin ningún fundamento y eso tiene también unas implicaciones con el vecino país», expresa.
DESCONTROL EN POLÍTICA EXTERIOR
Más allá del despropósito, la declaración «demuestra que Colombia no tiene liderazgo en política exterior», señala Jaramillo y lamenta «que hoy cualquier director o ministro dice lo que se le venga a la mente y básicamente no se respeta la trayectoria y la tradición de la política exterior colombiana».
«Se evidencia una falta de coordinación dentro del mismo Gobierno, y además es grave que eso lo diga el ministro de Defensa», afirma por su parte Rayran.
La canciller y vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, que no viajó con el presidente y está desde hace más de dos semanas de gira por Italia, Marruecos, Alemania, Japón y Corea del Sur, no se ha pronunciado sobre la declaración de Molano, ante lo cual Rayran se pregunta «si la canciller comparte esa posición del ministro».
EFE