Medellín (Colombia), 5 mar – El acompañamiento, la educación y la confianza son aspectos fundamentales para que la Ley del Emprendimiento, aprobada recientemente en Colombia, entregue condiciones favorables para la creación y desarrollo de nuevos negocios y garantice la sostenibilidad de las empresas del país.
A esa conclusión llegó Fabio Andrés Montoya, director ejecutivo de Interactuar, corporación que apoya la creación de microempresas en más de 200 municipios y que atiende a más de 55.000 empresarios, al referirse a esa iniciativa que funcionará como un marco regulatorio del emprendimiento colombiano.
«Hay elementos importantes que van a ayudar, pero va a requerir de un buen proceso de generación de cultura de emprendimiento, además de confianza, de educación y de acompañamiento. Esa sería la clave», dijo a Efe Montoya en cuanto a los retos.
Además, señaló que esos elementos están «planteados con algunos instrumentos que están en la ley, pero una cosa es decir y otra es hacer».
Esta ley, considerada un habilitador de la política nacional de emprendimiento que se ejecutará entre 2021-2025 y que busca la generación de ingresos y riqueza y el aumento en la productividad del país, cuenta con cinco ejes principales, entre ellos la formalización de los emprendimientos y facilidades de financiamiento e inversión.
En lo normativo-regulatorio, Montoya destacó que estén contemplados temas que son «barreras para emprender» y que se busque «simplificar» algunos costos, muchos de ellos difíciles de asumir para una micro o pequeña empresa, a través de la reducción de tarifas y medidas, como las del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y los impuestos registro.
ILUSIÓN Y ESCEPTICISMO ENTRE LOS EMPRESARIOS
A todas esas barreras mencionadas por el experto se enfrentó Jhonatan Restrepo Rojas cuando en 2010, al culminar sus estudios de química pura, creó junto a otros tres socios Image’s Body S.A.S, una empresa dedicada a la elaboración y fabricación de productos cosméticos capilares y corporales.
«Empezamos un poco al revés; tuvimos muchas dificultades» reconoció a Efe el emprendedor, por su afán de formalizar y organizar su negocio cuando apenas estaban naciendo, lo que representó asumir unos costos significativos cuando ni siquiera generaba ingresos.
Esa situación tuvo en los nuevos socios unas repercusiones económicas «tremendas» tras permanecer casi dos años en pro de obtener un certificado de condiciones sanitarias y eso implicó el pago de arriendos sin tener actividad operativa, con los equipos quietos.
Los estándares técnicos «muy elevados» y las varas «muy altas» para hacer las asignaciones de los permisos no solo retrasó el despegue de la compañía, sino que obligó a sus propietarios a asumir actividades ajenas para poder subsistir y darle sostenimiento a los gastos de la empresa que estaba constituyendo.
«En Colombia casi que se tiene que empezar con unos capitales robustos si se quiere tener continuidad con la empresa», comentó sobre su experiencia, que incluyó también una sanción por un tema de etiquetas que los puso a un paso del cierre definitivo.
En su planta, ubicada en el municipio de Bello, genera diez empleos formales y ya cuenta con al menos 40 productos, entre ellos varias innovaciones en cosméticos capilares, jabones y geles antibacteriales, muy apetecidos durante la pandemia.
Para sobrellevar las etapas más complejas buscó la asesoría de Interactuar, al que definió como «un aliado muy importante que nos escucha y da luces» y que los acompañó en el proceso con la sanción y le dio capacitación a través de programas para emprendedores como Alístate y el Método Base de Aceleración (MBA).
CAMINAR ACOMPAÑADO POR EL ‘VALLE DE LA MUERTE’
El acompañamiento a los nuevos empresarios es otro desafío, enfatizó Montoya, pese a reconocer que la iniciativa aprobada por el Congreso colombiano en diciembre contiene dos ejes relacionados a esa área: organización y articulación de los distintos programas del Gobierno y definir una línea de formación académica de capacidades emprendedoras.
«Mientras el empresario esté acompañado va a ser mucho más fácil que atraviese por ese ‘valle de la muerte’, que pueda transformar su negocio y salir adelante», apostilló Montoya.
Otro aspecto dentro de la estructura que fijará la ley está relacionado con el rol que asumirá iNNpulsa Colombia, que -según el experto- entra a ser el «gran coordinador del emprendimiento» en Colombia.