La meta del Camino baja el telón

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Santiago de Compostela, 6 noviembre.- Compostela, patrimonio de la Humanidad desde 1985 y una ciudad que desde hace siglos atrae a visitantes y peregrinos de todo el mundo, es ya una meta del Camino cerrada a cal y canto.

A las once de la noche de este día, 6 de noviembre de 2020, ha bajado el telón.

La clausura de su hostelería y restauración durante al menos un mes ha sido el remate final, tras la aplicación previa del toque de queda generalizado y del cierre perimetral al amparo del estado de alarma.

La pandemia ha volatilizado la Rúa do Franco, la que concentra buena parte de la oferta gastronómica del casco monumental.

Es la calle donde los establecimientos culinarios defienden la herencia de aquellos taberneros medievales que recibían emocionados a los caminantes; la avenida donde las casas conservan en sus fachadas grabados en piedra de un auténtico icono, la venerada concha de vieira.

Quien quiera darse un festival marisquero en el lugar con la mejor despensa azul del planeta tendrá obligatoriamente que esperar.

Sus escaparates ya no lucirán por un tiempo los percebes, centollas, bogavantes, cigalas, nécoras, camarones, ostras, almejas, berberechos, ni tampoco los codiciados ‘santiaguiños’, que exhiben en su caparazón una suerte de Cruz de Santiago.

Las tapas de tigres rabiosos, en homenaje al mejillón, apreciado molusco que en cocina admite infinidad de preparaciones, desde las más simples a las más elaboradas, se han despedido también, hasta otra vida.

El templo de la tortilla de patata, ‘La Tita’, en la Rúa Nova, ha apurado hasta el último momento. Su terraza, como en esta jornada ha ocurrido en muchas otras, ha sido un hervidero de gente hasta la hora permitida y no ha faltado el brindis final.

Las copas se han levantado con un único deseo: el de derrotar al minúsculo agente infeccioso que ha puesto en jaque al mundo entero.

En este otoño, en el cual todavía no ha llegado el frío intenso y el calor no es un problema, un vendedor ambulante, en la Rúa de Porta Faxeira, ha conseguido formar una cola, con las preceptivas distancias de seguridad, para despachar desde su humeante locomotora uno de los suculentos manjares de la estación: cómo no, sanas, ricas y nutritivas castañas asadas.

El comité clínico que asesora a la Xunta en la gestión de la pandemia ha resuelto que lo mejor es limitar las entradas y salidas en sesenta ayuntamientos, uno de ellos la capital de la comunidad autónoma, hasta, en principio, el 4 del mes que viene, justo antes del puente de la Constitución.

Dos conceptos expresan en un gráfico lo más fielmente posible aquello que se desea, pues en algunos casos el blindaje es individual, y en otros por áreas, es decir, conjunto.

Según refleja la infografía y hace constar el diario oficial, los cierres son aislados en Lugo, Vimianzo, Monforte, Burela, Viveiro, O Carballiño, Verín, Xinzo, Cangas, Ponteareas, Tui y O Grove.

Y agrupados, condición que permite la movilidad dentro de cada agrupación de municipios confinados en idénticas condiciones, en A Coruña, Arteixo, Culleredo, Cambre y Oleiros; Ferrol, Ares, Fene, Neda, Narón y Mugardos; y Santiago, Ames, Boqueixón, Oroso, O Pino, Teo, Trazo, Val do Dubra y Vedra.

También en Pontevedra, Vilaboa, Ponte Caldelas, Poio, Marín, Barro, Campo Lameiro, Cerdedo-Cotobade y Soutomaior; Vigo, Mos, Nigrán, Gondomar, O Porriño y Redondela; Ourense, Barbadás, Amoeiro, Pereiro de Aguiar, San Cibrao y Toén; Lalín, A Estrada y Silleda; y Vilagarcía, Vilanova de Arousa y Cambados.

En todos ellos quedan autorizadas las reuniones únicamente entre personas que convivan bajo el mismo techo. La actividad escolar se mantiene y el comercio sigue abierto.

En estos ayuntamientos con restricciones especiales, la hostelería solo podrá servir a domicilio y para llevar (es la única excepción, a la que pocos se acogen), la práctica del deporte para los no federados queda circunscrita a la práctica individual o con convivientes y los cines, teatros y auditorios reducen su aforo a 30 personas en interior y 75 en exterior.

En el resto del territorio gallego, las reuniones pueden ser de hasta un máximo de seis integrantes, están prohibidas las fiestas y las verbenas, los aforos en restauración y lugares de culto están limitados al 50%, los aforos en los espacios públicos de centros comerciales a un tercio y en comercios al 50%; y el aforo en el transporte público no escolar al 50% en asientos y 25% de pie.

El aforo en terrazas está limitado al 75%, prohibido el consumo en barra en bares y hay limitaciones de asistencia en bodas (100 en exterior y 50 en interior), velatorios y entierros (25 y 10, respectivamente), encuentros deportivos (150 exterior y 60 en interior) y campamentos (100 exterior y 50 interior).

El toque de queda, entre las 23:00 y las 06:00 de la madrugada, está vigente en la Galicia ‘en cuarentena’, más de la mitad y con todas sus principales ciudades incluidas; y en la restante.

Ana Martínez

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