La migración venezolana no afecta la seguridad de Medellín

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A principios del año 2018, Gustavo La Veglia y Ana María Pérez, una pareja de esposos que llegaba de Venezuela en busca de oportunidades, se dirigió a un hotel del centro de Medellín para solicitar una habitación en la noche. El servicio les fue negado. ¿La razón? Su nacionalidad.

“Ni siquiera me dejaron pasar por la puerta, solo escucharon mi acento. Fue un no rotundo. Aquí no aceptamos venezolanos, me dijeron en el hotel”, cuenta Pérez.

Recordemos que en el 2017, la Universidad de Medellín realizó una encuesta a residentes de la ciudad para conocer su percepción sobre la migración venezolana. El 81 por ciento de los encuestados consideró que la inmigración aumentaría la delincuencia.

“Se dice que hay actos delictivos cometidos por los venezolanos. Pero, eso es totalmente falso. Los venezolanos que incurren en actos delictivos lo han hecho por la condición vulnerable en la que se encuentran”, afirma Toni Vitola, vicepresidente de la Colonia Venezolana en Colombia (Colvenz), para quien hacerle eco a las noticias de venezolanos que cometen actos delictivos se puede vincular con la xenofobia.

Por su parte, Besem Obenson, coordinadora del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), para Antioquia y Chocó, considera que en los trabajos realizados por la organización no se han visto medellinenses que perciban la migración como un estímulo de la inseguridad.

“La ciudad tiene experiencia integrando a la población de desplazados por muchos años. Los venezolanos vienen a Medellín con la intención de quedarse, se sienten acogidos, aquí hay oportunidades y acceso a servicios”, agrega Obenson.

Antioquia es el quinto departamento con mayor número de venezolanos en el país, después de Bogotá, Norte de Santander, Guajira y Atlántico. Concentra casi el 7 por ciento de los migrantes en el país. Cerca de 80.000 migrantes residen en el departamento, según Migración Colombia.

El general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, dice que la migración sí afecta la seguridad de Medellín pero no en gran medida, debido a que la policía registra las capturas por tipo de crimen, no por la nacionalidad del delincuente.

Los aumentos en la criminalidad en el país se deben a dinámicas propias de cada ciudad: delincuencia común o enfrentamientos entre bandas criminales, no a la migración venezolana. Eso lo corrobora un estudio publicado el pasado 27 de enero por la Fundación Ideas para la Paz (FIP), con sede en Bogotá. En el país residen un millón de venezolanos, aproximadamente.

Según cifras de la Policía Nacional, citadas en la investigación, entre el 2015 y el 2017, el nivel y la tasa de capturas de venezolanos se incrementó de 0,17 por ciento a 0,8. No obstante, el número de venezolanos que delinquen no supera el 1 por ciento del total de capturas en Colombia.

Los ciudadanos venezolanos son capturados por delitos relacionados con el patrimonio, la seguridad pública y la integridad personal. Entre los delitos se incluyen: hurto a entidades comerciales y a personas, tráfico o porte de estupefacientes, lesiones personales y tráfico o porte de armas.

Tipos de migrantes
La población de migrantes venezolanos es diversa y tiene necesidades específicas. Dentro del éxodo se distinguen tres olas migratorias:

La primera se caracteriza por un alto flujo de empresarios, quienes comenzaron su desplazamiento en 1999.

Ellos llegaron con grandes capitales para invertir y establecieron fuentes de empleo, Alimentos Polar, Locatel, Farmatodo y Cosméticos Valmy son algunas de las empresas fundadas por venezolanos en el país, las organizaciones siguen en actividades.

En la segunda ola migratoria están los profesionales, en esta se destacan dos picos de migración: en 2005 y 2010, ambos impulsados por expropiaciones,devaluación de la moneda y despidos masivos en el sector petrolero de Venezuela.

Un estudio de la investigadora venezolana Anitza Freitez señala que los migrantes eran trabajadores cualificados. Varios pasaron de trabajar en Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) a la industria petrolera de Colombia hasta situarla en las primeras productoras de Suramérica.

Por último, se encuentra la presente crisis migratoria que se inició con ciudadanos colombianos que migraron a raíz del conflicto armado en las últimas cuatro décadas hacia Venezuela. Después, fueron deportados del vecino país hace cuatro años y en el desplazamiento se sumaron venezolanos que buscaban nuevas oportunidades en el país.

La investigación de la FIP establece que no hay información sólida para analizar la relación entre inseguridad y migración.

Tomado de El Tiempo