Por Gonzalo Guillén
Una investigación de la Fiscalía General de Colombia, abierta para esclarecer un homicidio en Barranquilla atribuido al extinto narcotraficante José Guillermo Hernández Aponte, alias ´Ñeñe´, captó circunstancialmente conversaciones de este en las que dice a sus interlocutores ser el eje de una operación de compra de votos en la Costa Norte para el hoy presidente, Iván Duque, por orden del ex presidente y senador Álvaro Uribe.
Ñeñé Hernández fue asesinado en mayo pasado en Uberaba, estado de Mina Gerais (Brasil), en circunstancias imprecisas que han sido presentadas como un intento de robo. ´Ñeñe´, de acuerdo con autoridades colombianas y de Estados Unidos, era socio del narcotraficante y asesino Marcos Figueroa, hoy preso en Colombia y en juicio. Una vez se conoció la muerte de ¨Ñeñe´, Uribe Vélez fue el primero en Colombia en deplorar el hecho.
Los bienes del difunto narcotraficante ´Ñeñe´ Hernández, valorados por la DIJIN en más de dos millones de millones de pesos colombianos, fueron incautados en junio pasado y entraron en un proceso de extinción del dominio.
Los materiales probatorios de fraude electoral están entre miles de llamadas intervenidas por petición de la Fiscalía General de la Nación en el caso del homicidio, pero nunca han sido judicializados respecto de la compra de votos, a pesar de que fueron examinadas y separados por analistas de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, DIJIN, que reposan en poder de este periodista.
`Ñeñe´ Hernández fue uno de los principales invitados de Iván Duque en los actos de posesión del 7 de agosto de 2018. Tuvo una silla con mejor ubicación que los magistrados de las altas cortes. La estrecha amistad de ese narcotraficante con Iván Duque fue documentada por el periodista Julián Martínez en su programa en línea Revelados.
Por otra parte, en una de las grabaciones de las conversaciones se oye cuando ´Ñeñe´ revela que también robó dineros que eran para comprarle votos en la costa norte a Germán Vargas Lleras en la primera vuelta y, al parecer, los destinó a comprárselos a Duque en la segunda vuelta electoral.
En efecto, en conversación con una persona llamada “Priscilla”, el narcotraficante `Ñeñe´, dice:
“Póngale cuidado, nosotros en las pasadas nos aprovechamos de la plata que se robaron de Vargas Lleras, de transporte y de cosas en estas otras no la vamos a tener, ¿usted se imagina donde nos hubieran cogido esos ciento y pico de millones de pesos qué hubiera pasado en el Valle [Valledupar]?”.
En las conversaciones de Ñeñe
Hernández con Priscilla dejan saber que son más de mil millones de pesos lo concerniente a una entrega de dinero y él explica que es el encargado de conseguir empresarios para comprometerlos con la compra de votos para Iván Duque. Esos mil millones de pesos Priscilla, al parecer, los recibió de alguien llamado Mauricio.
Las grabaciones de la DIJIN para la Fiscalía General también pusieron al descubierto que un fiscal, llamado Ricardo Bejarano Beltrán, se mantenía en contacto con `Ñeñe´ Hernández, le avisaba sobre las diligencias reservadas que la Fiscalía adelantaba en su contra y le advertía también cuándo sus comunicaciones estaban intervenidas. Bejarano Beltrán tiene 26 investigaciones penales en la propia Fiscalía General por delitos como Prevaricato por acción, contra la administración pública, amenazas, lesiones personales, contra la integridad moral y cohecho. Todos los casos se encuentran congelados.
El caso del homicidio en el que aparecieron circunstancialmente las pruebas sobre compra de votos para Iván Duque se refiere a la muerte de Óscar Rodríguez, un joven a quien sicarios confundieron con su padre, el sastre Carlos Rodríguez Gómez, quien acababa de regresar a Colombia al cabo de pagar una pena por lavado de activos en Estados Unidos.
Rodríguez Gómez le cobró a ´Ñeñe´ una vieja deuda de $1.000 millones y, para no pagársela, decidió asesinarlo con sicarios de su socio Marcos Figueroa. Pero los asesinos lo confundieron con el hijo.
“Me equivoqué porque el papá del pelao iba siempre en ese carro y ese día cambió (…); por esa equivocación no me pagaron la vuelta, solo me dieron los viáticos, me dieron de anticipo $3 millones en Bogotá, una semana antes de llegar acá [Barranquilla]”, declaró el sicario confeso Diego Acuña.
El abogado de la parte civil en el caso del joven asesinado, el penalista Miguel Ángel del Río, en diálogo con La Nueva Prensa, expresó su seguridad de que el caso está paralizado y ha sido entorpecido debido a los altos intereses criminales que existen alrededor de ´Ñeñe´ Hernández y sus relaciones políticas corruptas:
“Para este abogado las presentes grabaciones materializan por una parte, la ilegitimidad de este gobierno que se valió de un hampón para ganar las elecciones presidenciales en la guajira. Y, por otra parte, legitiman la razones por las cuales el proceso por el asesinato de Óscar Eduardo Rodríguez, que involucraban al Ñeñe Hernández y Marquitos Figueroa, no ha encontrado justicia y la desnudan la connivencia entre el fiscal Ricardo Bejarano y el ñeñe Hernández en dicha actuación penal”.
Tomado de La Nueva Prensa