París, 1 diciembre.- La OCDE revisó este martes a la baja sus previsiones sobre la economía colombiana para 2020, hasta un descenso del 8,3 % de su producto interior bruto, pero mejoró la recuperación esperada para 2021, con un alza del 3,5 %.
En sus anteriores proyecciones, del pasado junio, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) había calculado que la economía caería este año entre el 6,1 y el 7,9 %, una horquilla que variaba en función del impacto de la pandemia de coronavirus en el país, y situó en el 2,8 % el aumento en 2021.
En este nuevo informe semestral, ese organismo con sede en París añadió que espera un repunte del 3,7 % para 2022.
El país acumula 1,3 millones de casos desde el inicio de la pandemia y ronda los 36.500 muertos, pero la OCDE constató que la recuperación ya ha empezado a reflejarse en muchos sectores de la economía, a excepción del turismo y de la industria del entretenimiento.
El confinamiento nacional decretado desde finales de marzo hasta principios de septiembre ya ha sido reemplazado por restricciones puntuales, lo que ha permitido la reanudación de ciertas actividades industriales y comerciales.
La OCDE consideró que la fuerte respuesta de la política macroeconómica está ayudando a contener las «cicatrices» a largo plazo que resulten de la actual crisis sanitaria y económica y ha amortiguado la caída de la demanda interna, del 8,5 % este año, antes de subir un 5,1 % en 2021 y un 3,9 % en 2022.
El nivel de desempleo alcanzará el 16,1 % este año, según sus cálculos, y bajará al 14,8 y al 13 % en los dos siguientes.
El organismo anticipó también que el consumo privado se recuperará de forma lenta al principio. Para 2020 prevé un retroceso del 7,6 %, antes de subir, respectivamente, un 3,1 y un 4 % en 2021 y 2022.
La OCDE consideró que ampliar la protección social puede ayudar a contener el impacto social de la pandemia a un coste «manejable», pero instó a mejorar los incentivos para promover la creación de puestos de trabajo y recalcó que menos barreras comerciales y una mayor competencia harían que su economía fuera más resiliente.