Lima, 12 de febrero de 2025.- La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó de que las deficiencias estructurales en la creación de empleo en América Latina y el Caribe han dibujado un panorama en el que la fuerza de trabajo es inferior a la de 2012, según indicó su último informe regional publicado este miércoles.
«La región ha recuperado los niveles de empleo previos a la pandemia, pero el panorama sigue siendo preocupante: estamos en el mismo punto que hace diez años. El crecimiento económico se desacelera y las deficiencias estructurales en la generación de empleo persisten», explicó la directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Ana Virginia Moreira.
Advirtió que los niveles de participación en la fuerza de trabajo y de ocupación siguen siendo inferiores a los registrados en 2012, lo que refleja «una insuficiente creación de empleo en los últimos años».
El informe ‘Panorama Laboral 2024 de América Latina y el Caribe’ indica que, pese a algunos avances, persisten la informalidad, las brechas de género y las altas cifras de desempleo juvenil.
«Es momento de impulsar reformas que permitan avanzar de manera sostenida y no quedarnos estancados», sostuvo Moreira.
Relativa estabilidad
La OIT señala que cinco años después de la irrupción de la pandemia de covid-19, la situación laboral de la región evidencia una estabilidad relativa en sus principales indicadores laborales.
Revela que entre 2023 y 2024, la tasa de ocupación aumentó en 0,5 puntos, alcanzando el 58,9 %, y la tasa de participación se mantuvo similar (62,7 %), pero todavía se encuentra por debajo de los niveles de 2019.
Como resultado de la ligera expansión de la ocupación y la estabilidad de la participación, la tasa de desocupación continuó disminuyendo en 2024 y pasó de 6,5 % a 6,1 %.
A pesar de estas mejoras, a largo plazo «la región lleva más de una década sin avances significativos en términos laborales», ya que ni la tasa de participación ni la de ocupación han superado sustancialmente los niveles de 2012.
Además, tanto la tasa de ocupación como el desempeño laboral entre los países de la región sigue siendo heterogéneo.
En ocho de los países considerados, la tasa de ocupación en el segundo trimestre de 2024 seguía siendo inferior a la registrada en 2019, y solo seis lograron superar o alcanzar los niveles de participación de 2019.
Reducción de informalidad
En términos de la calidad del empleo, la informalidad disminuyó y los salarios reales también muestran avances, aunque son mejoras «leves e insuficientes para cerrar las brechas históricas en cuanto a trabajo decente en la región».
La tasa de informalidad laboral se situó en un 47,6 % a mediados de 2024, lo que refleja una ligera mejora respecto a 2023 (48 %) y 2019 (48,8 %).
Tras el paso de la pandemia, en 2024 la recuperación de los puestos de trabajo ha seguido estando impulsada por el crecimiento del empleo informal en varios países de la región, lo que representa una preocupación para la calidad del empleo.
Salvo en Argentina, Brasil y México, en el resto de los países las ocupaciones informales han dado cuenta de entre el 48 y el 70 % del aumento neto de trabajo en el último año, lo que refleja «una falta de avance hacia la formalización laboral».
EFE