Bangkok, 13 dic – Naciones Unidas alertó este viernes sobre el desalojo forzado en Camboya de 40.000 personas, incluidas comunidades indígenas, cuyos hogares se encuentran en los alrededores del histórico complejo religioso de los templos de Angkor, el enclave más turístico del país asiático.

«Camboya debe detener inmediatamente los desalojos forzados en masa y los desplazamientos arbitrarios, establecer caso por caso la necesidad de reasentamiento de las comunidades y garantizar que se lleva a cabo en conformidad con las normas internacionales de derechos humanos», apunta en un comunicado la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La oficina de la ONU precisa que los desalojos se registran desde 2022 y son llevados a cabo sin consulta previa o alternativas para las comunidades afectadas, que en ocasiones han sido víctimas de acoso, amenazas o actos de violencia por parte de las autoridades.

Además, los lugares elegidos para la reubicación de los afectados carecen de condiciones de habitabilidad y generalmente se componen de terrenos vacíos sin acceso a infraestructura o servicios básicos, como electricidad o agua potable.

«Quienes han sido desplazados injustamente deberían tener derecho a regresar. Aquellos cuyos derechos hayan sido violados en el proceso de reasentamiento deberían tener derecho a reparación e indemnización. Los pueblos indígenas no deben ser reasentados sin su consentimiento libre, previo e informado”, subraya el texto.

Camboya argumenta que la reubicación es necesaria con el objetivo de proteger y conservar este recinto histórico catalogado como Patrimonio Mundial de la Humanidad y la mayor atracción turística del país, al citar un plan de 1993 elaborado por la UNESCO.

El año pasado, Amnistía Internacional, que entrevistó a un centenar de afectados, denunció que este desalojo vulnera las leyes del derecho internacional y reclama a la UNESCO que los condene públicamente.

El complejo de Angkor contiene unas cien pagodas edificadas entre los siglos IX y XIII, durante el imperio Jemer, entre las que destacan Angkor Wat -construida para el rey Suryavarman II-, Bayon y Ta Prohm.

En 2023, casi 800.000 turistas extranjeros visitaron el complejo histórico, lo que se tradujo en unos ingresos de 37 millones de dólares (más de 35,2 millones de euros) por la venta de entradas, según datos de la compañía que gestiona el acceso a los templos.

Entre enero y noviembre de este año las visitas ascendieron a unas 900.000, según esta fuente.

EFE

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