Naciones Unidas, 25 noviembre.- En medio de un fuerte repunte de la violencia machista durante la pandemia, la ONU exigió este miércoles acciones decididas para proteger a las mujeres y acabar con una lacra «en la sombra» que cada año se cobra decenas de miles de víctimas.
“La crisis de la covid-19 ha expuesto aún más la violencia contra las mujeres y niñas como una emergencia global que requiere medidas urgentes”, subrayó el jefe de la organización, António Guterres, durante la conmemoración oficial del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Según datos de Naciones Unidas, los niveles de violencia, en particular de tipo doméstico, han aumentado de forma dramática en todo el mundo durante la pandemia y lo hacen sobre unas cifras que ya eran dramáticas.
En 2017, el año más reciente para que la ONU tiene datos completos, se calcula que 87.000 mujeres fueron asesinadas intencionadamente en todo el mundo, con unas 50.000 de ellas que murieron a manos de sus familiares o parejas.
A escala mundial, se estima que el 35 por ciento de las mujeres ha experimentado alguna vez violencia física o sexual, unos datos que no incluyen el acoso y que, según algunos estudios nacionales, podría incluso llegar al 70 por ciento.
Esa situación, según Naciones Unidas y muchas organizaciones de mujeres, no ha hecho más que empeorar durante los últimos meses de dificultades sanitarias y económicas, sobre todo por el efecto de las medidas de confinamiento.
PANDEMIA EN LA SOMBRA
Es lo que la ONU ha venido llamando la “pandemia en la sombra”, una crisis “sin precedentes” de violencia contra las mujeres que no está recibiendo ni una fracción de la atención que se presta a la emergencia sanitaria.
“Hemos visto la diferencia entre la forma en que nuestras sociedades y nuestros servicios públicos responden a ciudadanos que presentan una enfermedad potencialmente mortal y a aquellos que piden ayuda con una pareja que amenaza su vida o su salud”, lamentó la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.
En algunos países, el número de llamadas a líneas telefónicas de asistencia se quintuplicó durante los primeros compases de la crisis sanitaria, mientras que en otros se redujo por las dificultades que las víctimas encuentran para pedir ayuda mientras estaban confinadas con los maltratadores.
Proyecciones hechas públicas por ONU Mujeres señalan que por cada tres meses de confinamiento, se espera que unos 15 millones de mujeres más se vean afectadas por la violencia machista.
“Una de las cosas que hemos aprendido con la pandemia es que el hogar no es un lugar seguro para tantas mujeres y niñas que son objeto de violencia doméstica”, destacó la actriz Nicole Kidman, embajadora de buena voluntad de la agencia, durante una intervención por vídeo en la ceremonia de conmemoración de este miércoles.
Hasta ahora, alrededor de medio centenar de países han integrado la prevención y la respuesta a la violencia de género en sus planes contra la covid-19 y una mayoría de Estados han tomado medidas para reforzar los servicios que se prestan a las supervivientes.
RESPUESTA Y PREVENCIÓN
En ese sentido, Guterres subrayó la necesidad de ofrecer financiación “urgente y flexible” a las organizaciones de derechos de las mujeres, que a menudo son quienes actúan como la primera línea de respuesta.
“Es clave que los servicios para las supervivientes sean considerados esenciales y se mantengan abiertos, con recursos adecuados y medidas para apoyar servicios de salud y sociales”, señaló el portugués.
Al mismo tiempo, recalcó que el mundo no puede centrarse solo en intervenir una vez que la violencia ha ocurrido, sino que el objetivo debe ser reducir el riesgo en primer lugar.
Para ello, la ONU defiende entre otras medidas dar ayudas económicas a las mujeres, impulsar mensajes positivos sobre igualdad de género, facilitar el acceso a servicios de salud mental y mejorar la recolección de datos para conocer más sobre el fenómeno.
También cambios culturales para acabar con estereotipos y transformaciones en los sistemas de Justicia que den a la mujer confianza a la hora de denunciar y que mejoren la respuesta por parte de las autoridades.
Mlambo-Ngcuka, en su mensaje por el Día Internacional, denunció esos problemas utilizando un símil con la pandemia.
«Si te sometes a un test de detección del coronavirus, nadie te pregunta qué llevabas puesto cuando te infectaste o si estuviste bebiendo alcohol. Tienes la seguridad de que tu test será examinado en un laboratorio así como una razonable probabilidad de recibir atención médica. La respuesta no dependerá de si te creen. No sentirás tal nivel de vergüenza que probablemente ni siquiera intentes acudir a las autoridades», resumió.