Dacca, 31 may – El Programa Mundial de Alimentos de la ONU anunció un nuevo recorte en el cupón de ayuda para los rohinyás en Bangladesh: ocho dólares al mes para alimentos a partir de mañana para los casi un millón de refugiados huidos de Birmania.
Esta es la segunda reducción en las ayudas que practica la ONU en menos de tres meses después de que a principios de marzo pasado acotase de 12 a 10 dólares por falta de fondos.
«Estamos sorprendidos por sus frecuentes decisiones de reducir las raciones. Estamos sufriendo mucho por la insuficiencia de alimentos. Si continúan haciéndolo, eso conducirá al hambre en el futuro», dijo a EFE el director ejecutivo de la Asociación de Jóvenes Rohinyá, Khin Maung.
«La reducción de las raciones para los sobrevivientes del genocidio es una acción vergonzosa de Naciones Unidas», añadió.
Cerca de un millón de refugiados rohinyás huidos de la vecina Birmania (Myanmar) viven en Bangladesh, entre ellos, unos 774.000 que escaparon al país durante la ola de violencia del Ejército birmano en 2017, una operación que la ONU calificó de limpieza étnica y posible genocidio.
El campamento rohinyá de Cox’s Bazaar es el campamento de refugiados más grandes del mundo.
MÁS HAMBRE Y MENOS RECURSOS
Los rohinyás no tienen permiso para trabajar en Bangladesh, pese a que algunos consiguen colaborar con las ONG en los campamentos a cambio de un poco de dinero, por lo que dependen completamente de la asistencia.
Muchos de ellos venden su cupón a otros por dinero en efectivo, que necesitan para cumplir con otras demandas, como pagar los cargos del teléfono o comprar pescado o carne.
«Aquellos que tienen familiares viviendo en el extranjero pueden arreglárselas, y aquellos que tienen algunas oportunidades de trabajo dentro del campamento sobrevivirán de alguna manera. El resto pasará hambre», explicó a EFE un líder de la comunidad rohinyá, Nur Salam.
El PMA solo dispone de 111.000 millones de dólares, equivalente al 34,9 % de los 318.000 millones que requiere de financiación total en 2023, lo que le ha obligado a recortar las ayudas.
«Los niños pueden ser retirados de la educación o las niñas ofrecidas en matrimonio infantil. Si los refugiados buscan empleo ilegal, enfrentan mayores riesgos de explotación y abuso», destacó el PMA pasado viernes en un comunicado.
Varios activistas locales de derechos humanos advirtieron que este recorte en la ayuda alimentaria también puede llevar a un aumento de la delincuencia en los campamentos rohinyá, incluido el contrabando de drogas y la trata de personas.
Al menos 1.556 rohinyás fueron detenidos entre el 14 de febrero de 2021 y el 10 de mayo de 2023 por varios delitos, incluidos asesinato, secuestro, robo y tráfico de drogas, según el batallón de la Policía Armada.
«La solución permanente a este problema radica en su repatriación a Birmania (Myanmar). Hasta que eso se pueda hacer, se les debe dar oportunidades de trabajo o la comunidad internacional continúa brindándoles asistencia de socorro», dijo el director de la organización de derechos humanos Ain O Salish Kendra (ASK), Nur Khan.EFE.
Azad Majumder