Islamabad, 27 dic – El ex primer ministro de Pakistán Imran Khan llamó este viernes a sus seguidores a iniciar el movimiento de desobediencia civil con el que había amenazado hace varias semanas al Gobierno, y que en su primera fase pasa por boicotear el envío de remesas a este país asiático.

«A los paquistaníes en el extranjero: únanse a la campaña para boicotear las remesas», dijo Khan en la red social X, anunciando el comienzo del boicot.

El partido de Khan, el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) despierta un fuerte apoyo entre los paquistaníes que viven en el extranjero, por lo que el llamado a detener las remesas podría suponer un duro golpe para la ya endeble economía paquistaní.

El líder opositor advirtió a principios de diciembre que lanzaría un movimiento de desobediencia civil en caso de que el Ejecutivo no formase una comisión judicial para investigar una serie de disturbios en los que Khan consideró que sus seguidores fueron violentamente reprimidos por las fuerzas de seguridad.

Además, exigió la liberación de «presos políticos» que están siendo juzgados.

Aunque el Gobierno accedió a negociar con miembros PTI sobre sus demandas y comenzó las conversaciones el pasado lunes, esto no ha sido suficiente para que el líder opositor aplazara de nuevo el inicio de la protesta.

No obstante, Khan se mostró hoy abierto a detener «la campaña de boicot si las negociaciones arrojan resultados positivos».

«Esta es una protesta por la verdadera libertad y la restauración de la democracia», agregó, Khan, quien mantiene un pulso con el Ejército desde su periodo como primer ministro, entre 2018 y 2022.

En este sentido, Khan, que se encuentra en prisión desde agosto del año pasado bajo una montaña de cargos, dijo que el estamento militar le había ofrecido ser puesto bajo arresto domiciliario si se sentaba a negociar con ellos en lugar de continuar con sus protestas.

El líder opositor añadió que el Ejército le prometió «espacio político» para su formación, que ha visto cómo muchas de sus manifestaciones han sido violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad en el último año.

«Mi respuesta fue que todos los demás presos políticos deben ser liberados primero. Prefiero quedarme en prisión que aceptar cualquier acuerdo», dijo Khan.

Un tribunal militar condenó en las dos últimas semanas a 85 civiles -seguidores del PTI- a penas de entre dos y diez años de prisión en relación con los disturbios de mayo de 2023, cuando miles de simpatizantes de la formación de Khan salieron a las calles a protestar contra el primer arresto de su líder, y asaltaron edificios del Ejército.

Khan fue desalojado del poder mediante una moción de censura en el Parlamento, y acusa al Ejército de estar detrás de su destitución.

EFE

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