Bruselas, 4 de marzo de 2022.- Los ministros de Exteriores de la OTAN mostraron hoy su acuerdo para que ningún avión aliado sobrevuele el espacio aéreo de Ucrania ni que entren allí sus tropas, con lo que descartaron así la posibilidad de que la Alianza contribuya a imponer una zona de exclusión aérea sobre el país, tras la petición formulada por Kiev en tal sentido.
El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, indicó al término de una reunión extraordinaria de los ministros que la posibilidad de una zona de exclusión aérea «se mencionó» pero que, «al mismo tiempo, los aliados acordaron que no deberíamos tener aviones de la OTAN operando en el espacio aéreo ucraniano o tropas de la OTAN en el territorio ucraniano».
«No queremos ser parte del conflicto con Rusia en Ucrania», zanjó Stoltenberg, en una rueda de prensa.
Stoltenberg dijo entender la “desesperación” de los ucranianos, pero recordó que la única manera de que la Alianza implementase una zona de exclusión aérea sobre Ucrania sería entrando en su espacio aéreo, lo que “podría suponer la guerra en Europa”.
“La nuestra es una alianza defensiva, no buscamos conflicto, pero si el conflicto viene a nosotros, estamos preparados para ello y defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN”, puntualizó en cualquier caso el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken.
A su llegada a la reunión, varios ministros alejaron la posibilidad de que la OTAN se inclinase por imponer una zona de exclusión aérea en Ucrania para frenar los bombardeos rusos.
El titular letón, Edgars Rinkevics, consideró que desde Moscú se está “chantajeando” a los aliados, ya que “saben que va a haber discusión porque somos una alianza de 30 Estados miembros y que, para tomar una decisión, hace falta la unanimidad y también países que puedan aplicarlo”, apuntó.
Su homólogo rumano, Bogdan Aurescu, instó a “reconsiderar la filosofía, estructura y elementos constitutivos de la postura (militar) en el flanco este, porque ahora la situación es diferente a cuando se empezó a formar”, en 2014, a raíz de la ocupación de la península ucraniana de Crimea por parte de Rusia.
Para el titular checo, Jan Lipavsky, “la OTAN no debería ser arrastrada a este conflicto” al ser una organización defensiva, aunque apuntó a que las armas que varios países están suministrando a los ucranianos podrían servirles para que ellos crearan esa zona de exclusión.
TEMERIDAD NUCLEAR
Stoltenberg subrayó sobre los combates librados la pasada noche en la central ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, que dan muestra de la «temeridad» de esta guerra y la necesidad de que Rusia retire sus tropas.
El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, destacó que «esto no es un conflicto entre Rusia y la OTAN y, por lo tanto, no hay que dar la impresión de ninguna escalada. La única escalada militar que se lleva produciendo desde el jueves pasado es la que día a día hace (el presidente ruso) Vladímir Putin y su ejército», aseveró.
En la reunión participó, mediante un mensaje grabado, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, a quien los aliados expresaron su “solidaridad y profundo respeto por el valor del pueblo ucraniano y sus fuerzas armadas”.
Stoltenberg le pidió a Putin “que pare esa guerra inmediatamente, retire todas sus fuerzas de Ucrania sin condiciones y se implique en una verdadera diplomacia ahora”, y auguró que “es probable que los días que vienen sean peores.”
Dijo que han visto el uso de bombas de racimo y armas que «estarían en violación de la ley internacional», y que los aliados y socios están recogiendo información y «vigilando muy de cerca» lo que sucede en Ucrania.
«Tenemos que asegurarnos de que Putin y el presidente de Bielorrusia (Alexandr Lukashenko) rinden cuentas por lo que están haciendo» ante la Corte Penal Internacional, cuyo fiscal jefe ha abierto una investigación, comentó.
SUECIA Y FINLANDIA
Los aliados decidieron además reforzar la coordinación y la información que comparten sobre esta crisis con Finlandia y Suecia, países que hoy asistieron como invitados a la reunión.
Asimismo, discutieron la necesidad de apoyar a otros “socios que puedan estar en riesgo”, entre ellos Georgia y Bosnia-Herzegovina, donde “vemos una situación muy frágil e inestable, con retórica inflamatoria y graves peligros para la unidad de ese estado”.
Stoltenberg afirmó que esos países son muy diferentes entre sí pero que tienen en común, al igual que Moldavia, que “Rusia está ejerciendo su poder para intimidarlos”.
Los ministros de Defensa de la Alianza tienen prevista una reunión el próximo 16 de marzo para seguir abordando la respuesta a esta crisis.
Los aliados pertenecientes a la Unión Europea continuarán esta tarde sus contactos en un consejo extraordinario presidido por el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a la que se unirán sus socios de Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, así como Stoltenberg y Kuleba (por videoconferencia).
EFE