Buenos Aires, 14 septiembre.– La provincia de Buenos Aires, la más rica y poblada de Argentina, decidió extender hasta el 9 de octubre el plazo de adhesión para reestructurar su deuda bajo ley extranjera que vencía ne esta jornada, según un comunicado emitido este lunes por el Gobierno provincial.
«La provincia de Buenos Aires informa que extiende el período de presentación de órdenes para canjear los bonos elegibles por nuevos bonos hasta el próximo 9 de octubre», destaca el texto.
En ese periodo, el equipo del Ministerio de Hacienda y Finanzas continuará «manteniendo conversaciones con los acreedores privados externos para poder alcanzar un acuerdo acorde con la capacidad de pago de la Provincia y que permita recuperar la sostenibilidad de la deuda pública».
Esta es la sexta vez en que el Gobierno provincial, a cargo del peronista Axel Kicillof, posterga la fecha para acordar la reestructuración de bonos por 7.148 millones de dólares, después de que la propuesta lanzada por la provincia a finales de abril, que proponía una quita de capital del 7 % y un período de gracia de tres años, fuera rechazada por grandes grupos de acreedores liderados por fondos de inversión.
El distrito se encuentra desde mediados de mayo en un cese de pagos selectivo, tras incumplir un vencimiento de deuda por 110 millones de dólares correspondiente a bonos incluidos en la propuesta de reestructuración.
Esta nueva extensión de los plazos es la primera que se produce después de que el Gobierno nacional de Alberto Fernández lograra un acuerdo para la reestructuración de bonos de ley extranjera por 63.375 millones de dólares, tras varios meses de negociación con ofertas y contrafoertas que se saldaron con una adhesión del 99 % por parte de los tenedores.
El Ejecutivo nacional debe ahora negociar su deuda con el Fondo Monetario Internacional para un nuevo programa de asistencia financiera que implique la reprogramación de los vencimientos de la deuda por 44.000 millones dólares que el país suramericano tiene con ese organismo.
Esa abultada deuda se generó por un acuerdo de auxilio financiero firmado en 2018 por el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) con el organismo.
El pacto, con duras metas fiscales, preveía préstamos totales por un récord de 56.300 millones de dólares, de los cuales llegaron a desembolsarse unos 44.000 millones, cifra que representa el 13,5 % de la deuda total de Argentina y coloca al FMI como el mayor acreedor externo del país.
Según lo pactado, la nación suramericana debe comenzar a cancelar el capital de los créditos recibidos a partir de septiembre de 2021 y hasta 2024, pero el grueso de los pagos se concentra en 2022 (17.346 millones de dólares) y 2023 (18.395 millones).
En una entrevista publicada el domingo en el diario La Nación, el ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, adelantó que el país buscará evitar hacer pagos al FMI hasta 2024.
EFE