Una delegación de políticos, empresarios y académicos del departamento colombiano del Chocó se encuentra en Italia para promocionar los productos de la región, atraer el turismo y establecer lazos estratégicos con universidades y empresas europeas.
El Chocó, una de las regiones más aisladas y afectadas por la violencia de las guerrillas de Colombia, busca así «acceder al mercado europeo y recibir transferencias tecnológicas para el futuro», dijo a Efe el rector de la Universidad tecnológica del Chocó, David Mosquera.
Los miembros de la misión se han reunido con responsables de la Universidad Politécnica de Milán, con la que se estableció un convenio, con el Centro Nacional de Investigación italiano (CNR) y con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma.
«El Chocó es una región muy rica en recursos naturales, se puede explotar el turismo y los productos naturales, a la vez que cuidamos el medio ambiente», ha defendido la embajadora de Colombia en Italia, Gloria Isabel Ramírez.
Uno de los productos más característicos del departamento, en el corazón de la selva tropical, es el achiote, un pigmento natural que serviría para hacer más eficiente y ecológica la industria de la moda, según empresarios de la región.
«Italia es el país por excelencia de la creatividad y de la innovación», ha comentado la embajadora, quien cree que los empresarios del Chocó «pueden llevarse transferencia de ‘know how’ y tecnología» y a la vez vender sus productos como el achiote, en un país puntero en moda.
Este departamento es el único de Colombia con acceso a los dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, por lo que quiere «apostar por un puerto multimodal» para incentivar el comercio «no solo con los países cercanos, sino con los europeos», según ha explicado el diputado regional Anderson Palacio.
La región busca con este viaje salir del olvido y lo que denuncian como «abandono estatal», según Palacio, en un departamento «golpeado por la violencia» y marcado por la masacre de Bojayá en 2002, cuando decenas de civiles murieron en una iglesia por una bomba de las FARC.
«Tenemos esa masacre como un icono de la barbarie y es una forma de aprendizaje de cómo queremos crecer», dijo el diputado.
La delegación se reunirá también con otras tres universidades en Roma y con otras organizaciones de cooperación europea, unos encuentros con los que auguran «recoger buenos frutos», concluye Palacio.
EFE