Miami, 20 abril.- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) inauguró este martes su reunión semestral con discursos que destacaron el «adverso contexto» que rodea a la prensa en el continente un año después del inicio de la pandemia, en cuanto a la libertad de prensa y la sustentabilidad de los medios.
La reunión fue inaugurada por Roberto Rock, vicepresidente segundo de la SIP, quien leyó un mensaje del presidente, Jorge Canahuati, tras lo cual siguió un panel dedicado al caso del diario El Nacional de Venezuela, condenado a pagar más de 13 millones de dólares al «número dos» del chavismo, Diosado Cabello.
La sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela en un caso de difamación contra el diario caraqueño se convirtió en un ejemplo para denunciar en esta reunión de directivos de medios los atropellos a la libertad de prensa vividos en la región, de los que el más grave de todos es el asesinato de periodistas.
Los participantes en esta asamblea, que se celebra de manera virtual, dedicaron un «minuto de reflexión» por los ocho comunicadores asesinados desde octubre de 2020 hasta la fecha y por los más de 500 trabajadores de medios del continente fallecidos a causa de la covid-19.
OCHO ASESINATOS DE PERIODISTAS EN SEIS MESES
México con cuatro asesinatos y la desaparición de un periodista siguió siendo el país más peligroso para el ejercicio del periodismo. Le siguen Colombia, Ecuador, Guatemala y Honduras, con un caso de asesinato cada uno.
Carlos Jornet, presidente del Comité de Libertad de Expresión e Información de la SIP, dijo que si se toman en cuenta los últimos 12 meses la cifra de asesinados asciende a 22.
Además de correr el riesgo de morir por ejercer su profesión, muchos periodistas y medios sufrieron medidas de distinto grado destinadas a impedir que puedan trabajar en libertad e independencia y ejercer su misión informativa y fiscalizadora, y el público vio entorpecido su derecho a estar informado, señaló Canahuati durante la apertura.
Las acciones represivas de las fuerzas de seguridad y de grupos paramilitares, el uso de los medios públicos para difundir propaganda y desinformar, las agresiones y amenazas a los periodistas y la estigmatización de los medios por el poder político, las leyes que entorpecen la labor de la prensa y la judicialización del periodismo tuvieron cabida en el mensaje.
En algunos países son «moneda corriente», de acuerdo con Canahuati y con los borradores de los informes sobre el estado de la libertad de prensa en 25 países americanos que serán debatidos en esta reunión de cuatro días, que de no ser por la pandemia de covid-19 se hubiera celebrado en la ciudad de Saltillo (México).
Los casos más graves son los de Venezuela, Cuba, Nicaragua y El Salvador, según dijo a Efe Jornet.
EL PRIMER PANEL, DEDICADO A VENEZUELA
El editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero, intervino en un panel sobre «la falta de independencia judicial» en América al hablar del caso de ese diario, acompañado de Carlos Pérez-Barriga, de El Universo de Guayaquil (Ecuador), que en su día fue condenado a pagar 40 millones de dólares al entonces presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Otero anunció que van a luchar contra la sentencia en Venezuela y en el plano internacional para revertirla o al menos para que tenga «un coste político para el régimen» venezolano.
La SIP ha calificado de «expolio» la condena al diario fundado en Caracas hace 78 años y se ha solidarizado con sus dueños y periodistas.
El relator especial para la Libertad de Prensa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Pedro Vaca, dijo que ya están estudiando los mecanismos de protección para este caso.
Durante esta primera jornada se hizo entrega del Gran Premio Chapultepec 2021 al editor estadounidense Martin Baron, ex director ejecutivo de The Washington Post, considerado uno de los periodistas más prominentes de su generación.
«Ustedes que ejercen el periodismo en Latinoamérica han tenido un trabajo más arduo que el mío, han enfrentado mayores obstáculos, han encarado muchas amenazas peores», dijo el premiado.
TRUMP Y LA LIBERTAD DE PRENSA
«Marty» Baron se refirió al Gobierno de Donald Trump (2017-2021) para señalar que durante los últimos cuatro a cinco años en EE.UU. se empezó a tener una idea de la situación que viven los periodistas latinoamericanos.
«Ahora sabemos que en EE.UU. nuestra democracia es más frágil de lo que nos imaginábamos, también que nuestras instituciones tampoco son tan fuertes como creíamos, hemos llegado a reconocer qué tan vulnerable es la prensa independiente cuando se ve sometida a agresiones despiadadas y a gran escala», aseveró.
Baron recordó que Trump en sus primeros días dijo que estaba de «guerra con la prensa» y que durante su mandato «socavó la idea de la realidad objetiva».
Aunque dijo que el actual presidente, Joe Biden, hace «una gran diferencia», señaló que el deber de la prensa no cambia de un Gobierno a otro y que debe continuar su meta de la búsqueda de la verdad.
LA PRENSA, EN LA ENCRUCIJADA DE LA COVID
La relación de los Gobiernos con la prensa, la de los medios con las grandes plataformas que distribuyen sus contenidos y la necesidad de que los poderes ejecutivos ayuden a la sustentabilidad de la prensa fueron otros de los temas abordados.
Canahuati lamentó que el Gobierno colombiano de Iván Duque incumplió asignar recursos para la transformación digital de los medios, pero destacó una iniciativa en ese sentido presentada por el partido Cambio Radical en el Congreso como un aspecto positivo en un panorama sombrío.
Según dijo, la pandemia ha hecho que cobre más importancia el papel de la prensa como generador de información confiable en medio de la desinformación, pero también ha acentuado la crisis de los medios y evidenciado sus «flaquezas económicas».
Muchos medios tan solo «sobreviven» y otros muchos, especialmente los locales, han desaparecido, lo que significa que comunidades enteras se han quedado sin voz y sin información fidedigna, especificó Jornet.