Montevideo, 23 mar– El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, manifestó este martes que no es partidario «del confinamiento total o la cuarentena obligatoria» como método para frenar el aumento de casos de covid-19 en el país suramericano.
«Nosotros no somos partidarios del confinamiento total o la cuarentena obligatoria. Hemos recibido estímulos suficientes para aplicarla, nos hemos negado y seguimos en eso porque ya es una cuestión mucho más de principios que de práctica», indicó el mandatario en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado esta tarde en Montevideo.
Lacalle Pou compareció junto al secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado; el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas; y el responsable de la Educación Pública, Robert Silva, para anunciar las medidas tomadas por el gabinete para contener el rebrote de la primera ola de covid-19 que atraviesa Uruguay.
El mandatario defendió la decisión de mantener «la libertad» de la población frente a cualquier tipo de confinamiento, tomada un año atrás, poco después de la declaración de emergencia sanitaria en el país.
«La situación es distinta, la cantidad de casos es mucho mayor, tenemos una cepa (P1) que es muy potente en penetración y contagios, una situación compleja en el sistema de salud presionando sobre el CTI (cuidados intensivos), pero al tiempo Uruguay ha avanzado en la vacunación», argumentó Lacalle Pou.
Cierre de oficinas públicas -excepto servicios imprescindibles- y free-shops (tiendas libres de impuestos) fronterizos hasta el 12 de abril; misma fecha para la clausura de gimnasios, clubes, deporte «amateur» y suspensión de espectáculos públicos; anulación de la presencialidad en todos los niveles de enseñanza hasta el 5 de abril y regreso progresivo a partir de ahí, fueron algunas medidas anunciadas.
Además, el cierre de complejos termales en los departamentos de Salto y Paysandú (oeste), la restricción de horario en bares y restaurantes a la medianoche (03.00 GMT) y aportaciones económicas como el subsidio por enfermedad a mayores de 65 años en el sector privado o un tributo a los salarios públicos durante dos meses destinado a los desfavorecidos por las restricciones a la movilidad.
Lacalle Pou explicó, además, el refuerzo de medidas sanitarias, como la suma de 129 camas de tratamiento intensivo a las más de 200 ya existentes en el sector público, la compra de 150 respiradores y monitores.
Después de la cifra récord de este lunes (2.700 casos en un día), Uruguay registró este martes 1.801 contagios, por lo que el país suramericano acumula 86.007 positivos (14.826 personas cursando actualmente la enfermedad, de las que 202 están internadas en cuidados intensivos) y 827 muertes desde el 13 de marzo de 2020, cuando se declaró la emergencia sanitaria.