Redacción AnalisisUrbano.com
Días atrás, AnalisisUrbano.com publicó una investigación en la que se denunciaban anomalías al interior del área operativa de la Subsecretaría de Espacio Público y Control Territorial, en cabeza de Irma Lucía Ramírez Lezcano. En el texto «Espacio Público ¿Subsecretaría institucional o cartel criminal? primera parte» se denunció el abuso de poder de algunos funcionarios, un posible acoso sexual y el cartel de contratación existente en donde se asignan cargos ”a dedo” a personas poco preparadas académicamente y hasta de dudoso comportamiento, como Nicolás Fernando Escobar Gallo, quien era el encargado precisamente del sector operativo de dicha subsecretaría.
En el primer informe se exigió la investigación disciplinaria de estos funcionarios, sin embargo, tres días después, Aanalisisurbano.com.co pudo conocer por fuentes cercanas a Espacio Público, que Nicolás Escobar fue retirado de su cargo por medio de exigencia de su renuncia, y la misma suerte al parecer correría la subsecretaría Irma Lucía Ramírez, ayer, jueves 18 de diciembre.
Ahora bien, aunque es importante que se depuren las instituciones, por qué se hace sólo hasta ahora, cuando un medio de comunicación decide hacer público lo que no es un secreto al interior de una entidad estatal, una situación que hasta en conocimiento estaba de secretarios de despacho y de concejales de Medellín. No obstante, con la notificación de los funcionarios (documento en donde se les pide la renuncia), acá sólo se eliminan los síntomas más no la enfermedad. Espacio Público es una subsecretaría que goza de pésima reputación en las calles de esta ciudad por el actuar de muchos de sus integrantes, uno de ellos, el nombre que más se escucha en las calles, es Hugo Uribe.
¿Quién es Hugo Uribe en Espacio Público?
Este funcionario, al igual que Nicolás Fernando Escobar, y según los requisitos exigidos, no está capacitado para el cargo que ostenta, al menos académicamente. Al parecer, sólo es bachiller y fue contratado años atrás para funcionar como tramitador. Sin embargo, cuando se llama a las oficinas todo el mundo lo reconoce como “EP2”, que es un subcoordinador del área operativa de Espacio Público.
Y así como el coordinador actualmente notificado, cuenta con la asistencia de un conductor que no sólo lo transporta a las diligencias propias de las funciones que ejerce sino que también, según las denuncias de quienes eran sus compañeros, también es transportado a su casa, a la universidad y otras posibles diligencias personales, lo cual podría estar constituyendo un peculado por uso.
Pero esta no es la temática delicada que se teje alrededor de este funcionario. AnalisiUrbano.com recorrió las calles de esta ciudad y contacto decenas de vendedores ambulantes, miembros retirados de Espacio Público y Unidades personales aún activas al interior de la subsecretaría, y todas hicieron referencia al mismo nombre: Hugo Uribe, a quien responsabilizaron por estar, supuestamente, detrás de los pagos que los venteros ambulantes se ven obligados a realizar para poder trabajar en algunos sectores de la ciudad.
“Las convivir no son las únicas que vacunan, Espacio Público también lo hace”, fue el testimonio de un ventero ambulante, que se diferenciaba poco de lo denunciado por el resto. “Un puesto puede costar entre 100, 200, 300, 600 mil, y hasta un millón de pesos, dependiendo de la mercancía que se venda y del espacio que se ocupe, el pago sólo es por 20 días y en estas épocas es peor” y “Cuando no tienen plata el pago lo hacen con especies, hasta tabletas han dado como pago”, denunciaron dos ex unidades de Espacio Público, que solían trabajar bajo las órdenes de Hugo Uribe. “Él es quien está detrás de todo, es el que ordena los cobros y hasta nos exigía quitarnos los petos antes de pasar a cobrar”, señalaron.
Al parecer, el modo de presión sería el de decomisar la mercancía y forzar a la gente al pago para volver a bajarla de la unidad móvil, que son los camiones en los que transportar el material decomisado. Cada decomiso se hace mediante una “retención”, que es un formato que sólo lleva el encargado de la unidad móvil y que cuenta con un número consecutivo, pero este formato cuenta con múltiples alteraciones que se podrían constatar en los archivos de la subsecretaría ya que demasiadas retenciones son reversadas luego de, prácticamente, haber “vacunado” al comerciante.
De acuerdo a otra denuncia recogida, de quienes también han laborado al interior del área operativa de Espacio Público, cuando Hugo Uribe asiste a algunos operativos en campo, éste, supuestamente, se presenta con el nombre de “Froilan”, quien era un antiguo EP2 que ya no trabaja en la subsecretaría, para que su nombre no sea relacionado con las negociaciones económicas que se supone adelanta para no decomisar mercancía, que no son otra cosa que extorsiones.
AnalisisUrbano.com, tuvo conocimiento que todos los puestos comerciales ubicados a los alrededores de los alumbrados del río fueron asignados por concurso público, sin embargo, una fuente activa al interior de la subsecretaría denunció que Hugo Uribe, al parecer, habría ordenado la instalación de varios puestos nuevos que habrían sido vendidos y no asignados por el proceso legal.
La polémica alrededor de Hugo Uribe es bastante alta, y su nombre es famoso entre los vendedores ambulantes, especialmente los que se ubican entre las vías Maturín, entre Cúcuta, Pichincha, Alambra, Carabobo y Bolívar, así como los del sector El Hueco, vías Cundinamarca por Ayacucho y Pichincha. También lo nombrar las unidades activas y las retiradas de Espacio Público y todas apuntan a lo mismo, según su testimonio, que muchos están dispuestos a sostener porque están hastiados de la injusticia, Hugo Uribe, al parecer, sería quien está detrás de esta mafia camuflada de “vacunas” al interior de la subsecretaría institucional.
Amenazas de muerte al interior de Espacio Público
En este rifirrafe de poderes en el que se convierten los cargos públicos cuando en sí mismos se convierten en recompensas políticas, muchas personas salen víctimas y perjudicadas al querer hacer su bien su trabajo, esto podría ser lo que ocurrió con la antigua coordinadora del área operativa de Espacio Público, Ruth Carvajal, y con el personal que estaba a su cargo.
Para entonces, la coordinadora Carvajal, al parecer, recibió acoso laboral para obtener su renuncia y lo mismo habría sufrido el resto de su equipo, acoso que llegaría hasta la revisión del contenido de sus computadores para verificar qué información se compartía entre ellos, tal y como lo denuncio Patricia Ayala*, quien laboró en Espacio Público como secretaria de Ruth Carvajal.
Pero por desagradable que fuera el acoso que se supone estaba recibiendo, lo grave del asunto fue otro acontecimiento. La secretaria Ayala fue amenazada el 16 de enero de este año, por medio de un panfleto que fue entregado en un sobre en las instalaciones de la subsecretaría de Espacio Público.
De acuerdo a la denuncia que se puso en la fiscalía, el panfleto decía lo siguiente :
La denuncia, de cuya copia se hizo AnalisUrbano.com, fue puesta ese mismo día en Unidad de Reacción Inmediata (URI) del centro de la ciudad. Lo paradójico del asunto es que días atrás, y según denunció Javier Montoya*, una persona que fue retirada de Espacio Público, a AnalisisUrbano.com, Hugo Uribe le habría escrito a Montoya, vía mensaje de texto, en donde supuestamente decía que ya sabía de quién habría sido la culpa de su retiro, acto seguido habría nombrado a la secretaria Ayala y posteriormente habría sugerido que le ocasionaran un “sustico”. Montoya está dispuesto a sostener esta versión y aportar su celular como prueba dado sea el caso.
Persecución laboral
AnalisisUrbano.com no desconoce los alcances que ha tenido esta investigación, que a la fecha, y según fuentes cercanas al interior de la subsecretaría de Espacio Público, al parecer consiguió que se retiraran a dos funcionarios del cargo: Nicolás Fernando Escobar Gallo, quien funcionaba como coordinador del área operativa, y la misma subsecretaría, Irma Lucía Ramírez Lezcano.
No obstante, hay una preocupación pues quienes aportaron en las denuncias para esta investigación, que aún se encuentran activos al interior de la subsecretaría, temen ser víctimas de una persecución laboral simplemente por querer acabar con una injusticia al interior de una entidad cuya misión, piensan, se perdió hace rato. Estos funcionarios activos denunciaron a AnalisisUrbano.com que existe una lista con 21 nombres a notificar, que no es otra cosa que la petición de la renuncia, temen ser ellos, temen que se les cobre querer denunciar la corrupción.
En la Subsecretaría de espacio Público y Control territorial se debería llegar al fondo del asunto y erradicar el problema, limpiar la institución y recuperar su misión. Los síntomas se empezaron a atacar con la destitución de los funcionarios pero lo que se requiere es acabar con la enfermedad. Una subsecretaría en donde es común ver que se contrate personal un día y al día, semana o quincena siguiente se despida, no es un carrusel, es una ruleta y rusa de contratación.
* Nombres cambiados para proteger la identidad de las fuentes por razones de seguridad.