Beirut, 17 de julio de 2025.- Las facciones locales se volvieron a desplegar este jueves en la provincia meridional siria de Al Sueida, tras la retirada de las tropas gubernamentales en cumplimiento del acuerdo alcanzado para poner fin a cuatro días de intensos enfrentamientos en la región.

Las fuerzas sirias abandonaron la zona, dos días después de que su entrada a la capital provincial provocara una intensificación de la violencia que ya se registraba desde el domingo, y dieron paso al despliegue de facciones armadas locales, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La organización, que se dedica contabilizar la violencia en el país árabe, alertó en un comunicado de que la ciudad de Al Sueida amaneció este jueves convertida en una «zona de desastre» sin productos básicos en los mercados, con comercios saqueados, casas quemadas y centros de salud dañados.

Fotografías difundidas por el Observatorio desde el interior de la localidad, aún de muy difícil acceso, muestran algunos cuerpos tirados en las calles, vehículos empotrados contra las paredes y daños en diversos inmuebles.

Por su parte, el grupo de rescatistas conocido como cascos blancos, recientemente integrado en el Gobierno sirio, explicó en su cuenta de X que sus equipos de emergencias están respondiendo a las llamadas de ayuda por parte de la población de Al Sueida en la medida de sus capacidades.

A lo largo del miércoles, pudieron evacuar a alrededor de medio centenar de familias de la capital provincia y otras cuatro aldeas de la demarcación administrativa afectadas por el estallido de violencia, agregaron.

Con la implementación del cese de hostilidades, la dirección espiritual de los Musulmanes Unitarios Drusos también emitió un comunicado pidiendo a Amán la apertura de un paso fronterizo entre Al Sueida y Jordania, «dada la importancia humanitaria de estas carreteras en estos momentos críticos».

Las autoridades sirias todavía no han ofrecido un balance actualizado de víctimas, mientras que el Observatorio ya eleva la cifra a más de 370 muertos desde el pasado domingo.

Los choques involucraron inicialmente a grupos de la minoría drusa y a clanes beduinos, pero el envío de las fuerzas gubernamentales a esta región donde la seguridad estaba en manos de facciones locales abrió un nuevo frente de batalla entre estos dos últimos bandos.

EFE

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