Montevideo, 8 marzo.- El hijo de Fabiana tenía un mapamundi donde iba marcando los países que su madre recorría por trabajo, Laura fundó una empresa de innovación en microbiología, Mariángel desoyó a quienes decían que una mujer no podría manejar un camión de carga y Tania lidera el sector productivo de un importante departamento (provincia) de Uruguay.
Las cuatro trabajan en Canelones (sur) y son ejemplos de empoderamiento entre mujeres rurales de un país como Uruguay, cuya vida en el interior está teñida por el machismo. Pese a que el protagonismo de los hombres muchas veces opaca sus logros, ellas cada vez toman más fuerza y plantan cara con talento, compromiso y trabajo a una realidad patriarcal.
CIENCIA Y MUJER COMO PILARES FUNDAMENTALES
Aravanlabs es una empresa dedicada a la innovación en microbiología que desarrolla insumos que permiten detectar rápidamente patógenos como salmonella y difteria fundamentales de controlar en los procesos industriales de fabricación de alimentos o fármacos.
Además, el año pasado estuvo en boca de todos cuando el futbolista uruguayo Fernando Muslera donó dinero para que el laboratorio adquiriera una impresora 3D que pudiera fabricar hisopos para test PCR.
Detrás de esta empresa está su fundadora y CEO, Laura Macció, una mujer comprometida con el desarrollo de la ciencia, con dar oportunidades a estudiantes y, sobre todo, en destacar la importancia de las mujeres.
En entrevista con Efe, Macció cuenta la situación de las mujeres que, si bien son las que más salen de las facultades de Química o Ciencias, no son consideradas para cargos de jerarquía.
Ella sabe de los prejuicios que existen en la ciencia a la hora de visualizar a las mujeres ya que suele asociarse la imagen de un científico a un hombre. Sin embargo, también acota que esto es «un espejo de la sociedad».
Macció apuesta por las mujeres, no por una cuestión de sesgo de género sino porque se entiende con ellas y confía en su buen desempeño.
MUJERES RURALES VS. PREJUICIOS
Un camión cargado de comida y de sueños de trabajadoras rurales forma parte del proyecto «Canelones Te Alimenta», una iniciativa en la que colaboran mujeres del grupo Flores Silvestres, que se encargan de conectar a pequeños productores locales con los consumidores sin intermediarios.
El grupo de 14 mujeres se encarga de todas las etapas del proceso, logística, comercializar, recolectar frutas y verduras y llevarlas en los camiones, todo con el foco en fomentar la labor de la mujer.
«Se mantiene, muchísimo, el machismo. Fundamentalmente en el tema de que fuera un camión de carga, la cantidad de mercadería que mueve y un poco el pensar que no íbamos a poder llevarlo adelante fue el común denominador de todos los comentarios», relata a Efe Mariángel de los Reyes, una de las integrantes del colectivo.
Los augurios de caída desde fuera no importaron y ellas sacaron adelante el proyecto que, de momento, funciona con total plenitud.
«Cuando una mujer se equivoca, la gente dice ‘sí, era obvio, se le dijo’. Cuando la misma situación le sucede a un hombre la respuesta social es ‘pobre tipo, mirá lo que le pasó, que mala suerte que tuvo'», subraya.
También tiene claro que representan a una mínima porción de la población ya que, según explica, el 7 % de los uruguayos viven en zonas rurales y, de ellos, únicamente el 4 % son mujeres.
UNA COPA POR LA IGUALDAD
La industria vitivinícola no es ajena a los problemas de la sociedad rural, donde los hombres notoriamente tienen mayor visibilidad. Esto no impide a Fabiana Bracco, directora de la bodega Bracco Bosca, destacarse y dar oportunidad a otras mujeres.
De familia inmigrante, con una madre «muy emprendedora» que, según cuenta Bracco a Efe, siempre quiso sacar adelante el proyecto, la directora destaca que su vino representa a Uruguay en 18 países.
Más o menos tantas naciones iba marcando su hijo, cuando era pequeño, en un mapamundi. Eran los lugares recorridos por ella en su misión profesional, esos en los que alguna vez debió «fingir demencia» para defenderse de algún comentario o situación machista.
Bracco explica que su empresa «tiene varias mujeres trabajando», entre ellas una sumiller muy reconocida de Uruguay, Jacqueline Silva, a la que pudieron «convencer» de que fuera «a vivir a la bodega».
Para la directora, las mujeres cuentan con una capacidad sensorial que les permite percibir mejor los aromas, las esencias y mancomunarse bien con la naturaleza.
«Creo que las mujeres siempre sabemos salir adelante en medio de circunstancias más hostiles y eso nos ha ayudado mucho en el mundo del vino que es muy competitivo y muy especializado, hay que saber y salir a luchar a la cancha», subraya.
Además, Bracco asegura que hoy se revaloriza a la mujer rural que, a su entender, ha estado menospreciada.
UNA TRIBU DE MUJERES
Últimamente, Uruguay ha tenido una gran unión de las mujeres. Diferentes colectivos feministas se han embanderado con diferentes luchas pero siempre con la mira puesta en igualdad y en derrumbar ese muro que deja a los hombres en un constante sitio de privilegio.
Esta «tribu» de mujeres también trabaja desde lo público y por ello las políticas cada vez más apuntan a fomentar equidad y luchar contra la desigualdad.
Así lo explica a Efe la coordinadora de Gabinete Productivo de la Intendencia de Canelones, Tania Yanes, única mujer de los cinco coordinadores del Gobierno departamental, y, por ello, sabe que tiene la gran responsabilidad de dar oportunidades a otras mujeres.
«La generación de posibilidades económicas para las mujeres son bastante importantes para mí y espero que sean centrales cuando visualice la posibilidad de aplicar programas y generar acciones en el departamento», apunta.
Para Yanes, es clave que los espacios políticos tengan un lugar para destacar a las mujeres y así ir en pos de esa igualdad tan necesaria.
«Las mujeres criamos en tribu, nos relacionamos así y generamos redes de contención que, para mí, transversalizan todas las capas. Es mostrar lo que somos las mujeres», resalta.
Federico Anfitti y Santiago Carbone