Asunción, 12 mar– Las protestas en Paraguay contra el Gobierno de Mario Abdo Benítez cumplieron este viernes una semana, con cada vez menos manifestantes y más desinfladas, después de que a lo largo de los últimos días el presidente realizara diversos cambios en su Gabinete y de la declaración de alerta roja sanitaria por el aumento de contagios por coronavirus en el país.
La asistencia de este viernes nada tenía que ver con la de hace una semana, cuando la presencia de manifestantes fue multitudinaria, mientras que en esta ocasión apenas se reunieron unas 200 personas.
El ambiente de este viernes fue festivo, con bailes tradicionales improvisados entre los manifestantes y las ya habituales proclamas de «¡Fuera Marito!», como se conoce popularmente al presidente, o «¡Ni un paso atrás, hasta que renuncien!».
Desde hace una semana, los manifestantes reclaman la dimisión en bloque de todo el Gobierno paraguayo, desde el presidente, pasando por el vicepresidente, Hugo Velázquez, y todo el Gabinete.
Con los cambios ministeriales realizados esta semana, entre ellos Educación, Mujer y Salud, parte de las protestas se calmaron, aunque algunos grupos persisten con las movilizaciones.
Este viernes, las personas que mantienen vivas las protestas instalaron una mesa de diálogo frente al Congreso y un micrófono abierto, para que cada uno expusiera sus críticas o sus propuestas.
También llevaron un muñeco de paja en representación del presidente, al que metieron dentro una jaula para representar que debería estar en la cárcel.
En la manifestación de este viernes, que en algunos momentos se transformó en «perfomance», los asistentes le recordaron al presidente, que suele citar la Biblia en sus intervenciones, los diez mandamientos, entre ellos el séptimo, «No robarás».
Los paraguayos se siguen preguntando, un año después, dónde están los 1.600 millones de dólares del préstamo aprobado por el Gobierno para hacer frente al impacto de la pandemia, ya que el detonante de estas manifestaciones ha sido la falta de medicamentos e insumos en los hospitales y la tardía llegada de las vacunas, casi a cuentagotas.
Además, la alerta roja sanitaria declarada esta semana por el Ministerio de Salud ha evidenciado la situación en la que se encuentra el país, con los hospitales y las unidades de terapia intensiva desbordadas, mientras que los gremios y asociaciones de médicos piden a los ciudadanos volver a una cuarentena total voluntaria.
Paraguay ha registrado desde el 7 de marzo de 2020, cuando se registró el primer caso en el país, 175.827 contagios y 3.411 fallecidos.