Moscú, 8 mar – Miles de ucranianas marcharon hoy en Kiev bajo el lema «La pandemia tiene rostro de mujer» y entre llamamientos al Gobierno para que ratifique el Convenio de Estambul sobre la prevención y lucha contra la violencia de género.
«¿Por qué callamos sobre la violencia doméstica que continúa creciendo en tiempos de la covid-19? ¿Por qué no decimos que la responsabilidad de ocuparse de los niños durante las clases a distancia ha recaído sobre las mujeres?», reclamaron las organizadoras de la marcha en un comunicado citado por la agencia Unian.
Las manifestantes denunciaron que a las tareas cotidianas de las mujeres de los tiempos normales se han sumado más obligaciones domésticas, «cuyo volumen solo crece».
Las ucranianas exigieron el incremento de las ayudas sociales a las madres y la apertura de centros estatales de apoyo a las mujeres que son víctimas de la violencia doméstica.
Además, exigieron en particular que el Gobierno ratifique el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, también conocido como Convenio de Estambul, vigente en Europa desde 2014.
Las mujeres, que iniciaron la marcha en la plaza Mijáilovskaya, portaban pancartas con las frases «El feminismo es libertad de elección», «Todos los días son Días de la Mujer» y «Ratifiquen el Convenio de Estambul», entre otras.
La marcha, que concluyó de modo pacífico en la plaza Pochtóvaya, estuvo acompañada por las fuerzas del orden en vistas al peligro de ataques de movimientos de derechas que amenazaron con sabotear la manifestación.
El proyecto de ley que buscaba la ratificación del Convenio de Estambul en Ucrania fue presentado al Parlamento por el anterior mandatario, Petró Poroshenko, en noviembre de 2016, pero finalmente no fue aprobado.
En noviembre de 2020, Amnistía Internacional (AI) denunció la «implementación deficiente» de la legislación existente en Ucrania de las leyes que protegen a las mujeres ante la violencia de género y el hecho de que el país no haya ratificado todavía el Convenio de Estambul.
Según la ONG, la policía ucraniana se muestra reacia a registrar las quejas de sobrevivientes de la violencia de género intrafamiliar, y la impunidad generalizada disuade a muchas víctimas de denunciar los casos de abusos.
Esta situación, señaló AI, se torna mucho más grave en el este de Ucrania, donde combaten desde 2014 las fuerzas leales a Kiev y los separatistas prorrusos.