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La presencia del paramilitarismo en Medellín es de vieja data. Existen datos del arribo de hombres de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) en 1996, provenientes de Urabá, al mando de Carlos Vásquez, alias Cepillo, quien llegó al corregimiento de Belén Altavista. La connivencia se dio, como lo probó el Tribunal Superior de Medellín, Sala de Justicia y Paz, por el apoyo del general Alfonso Manosalva Flórez, comandante de la Cuarta Brigada, quien le pidió a Raúl Emilio Hasbún la creación de un grupo de autodefensa en Belén Altavista con el fin de contrarrestar la presencia de la guerrilla en el sector.
Posteriormente, entró a Medellín el Frente José Luis Zuluaga, de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, teniendo como centro de operaciones los barrios Belén Aguas Frías, Belén Zafra, Belencito Corazón y el barrio Pesebre en la comuna 13. El Bloque Metro, al mando de alias Rodrigo o Doble Cero, inicialmente ingresó en 1999 a la zona nor-oriental y centro-oriental de Medellín, donde había bandas al servicio del narcotráfico, copando y extendiéndose por varios sectores de la ciudad como los barrios La Sierra, Moravia, El Bosque y El Oasis, y recibiendo el apoyo de las Convivir, que hoy hacen presencia en la comuna 10. [Leer: Estructura de las Convivir]
El Bloque Cacique Nutibara recogió todas las estructuras paramilitares en una misma línea de mando, por lo que en él desembocaron las Convivir, las bandas criminales, los combos de la ciudad y la Oficina de Envigado, todos protagonistas de la violencia que vivió la Medellín durante esa época, y que sigue en apogeo. Eso significa que el Bloque Cacique Nutibara estaba integrado por lo menos por 300 bandas y combos de la ciudad, un promedio similar de las que existen actualmente.
Con la implementación de la Ley de Justicia y Paz, que propició la desmovilización parcial de las Autodefensas Unidas de Colombia, el máximo jefe del Cacique Nutibara, Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Berna, entregó información de las 40 bandas sobre las cuales tenía mando en el negocio del narcotráfico, queda la duda si entregó todo el listado de bandas, teniendo en cuenta que solo en la ciudad de Medellín habían 400 bandas que en el año 2002 ya estaban bajo control de Don Berna :
1- La 38
2- Los Buchepájaros
3- La Machaca
4- La Terraza
5- Los Cobis
6- El Reversadero
7- El Pesebre
8- Alfonso López
9- Córdoba
10- La Francia
11- El Niño
12- El Hueco de la Candelaria
13- La 40
14- La Fe
15- La Arboleda
16- La Paralela
17- Mondongueros
18- Los Ototos
19- Plaza Colón
20- El Ventiadero
21- La Unión
22- Calatrava
23- El Tablazo
24- Yarumito
25- El Guayabo
26- San Gabriel
27- San Francisco
28- La Raya
29- Los BJ
30- La Cañada
31- Caicedo
32- Los Pillo
33- La Toma
34- Los Triana
35- La Treinta
36- Los Colchoneros
37- Los Cobre
38- Los Magníficos
39- Los Zaros
39- El Socorro
40- La 29
El Bloque Cacique Nutibara se financió a través de diversas actividades ilícitas, entre ellas los aportes voluntarios, contribuciones arbitrarias de los comerciantes, conductores y empresas de transporte y habitantes, ubicados en los sectores o barrios donde operaban sus miembros.
En las terminales de buses ubicadas en Belén Altavista, La Perla, La Esperanza y Buenavista cada bus pagaba aportes mensuales.
Asimismo ocurría en los barrios Popular 1, El Control, Caicedo y Santa Lucía, se pagaba por el aseo del bus, así como en La Soledad, El Pesebre, El Pozo y La Cruz. En Robledo Aures la contribución de las rutas de Robledo era voluntaria.
Las ladrilleras ubicadas en los barrios Belén Altavista, La Perla, La Esperanza y Buenavista pagaban entre dos millones y tres millones de pesos mensuales, así como las ladrilleras Asociados, Santa Cecilia y de Guillermo Medina.
Una década después la criminalidad continúa con las actividades de financiación heredadas del Bloque Cacique Nutibara, como lo ha denunciado la Agencia de Prensa Análisis Urbano. [Leer: Alias Boso, segundo de Los Chivos, habla sobre vacunas en Belén y Altavista]
En Belén y en Altavista los «colectiveros» o «chiveros» serían víctimas de cuatro vacunas: La Perla (Altavista-AGC), Los Chivos y Los Pájaros cobrarían $50.000 semanales, y los de San Bernardo le cobran a los «chiveros» igual cantidad.
El otro cobro para los colectiveros sería el del cupo para poder trabajar en la zona y que sería de $1.000.000, este recaudado por Los Pájaros. En Belén San Bernardo deben pagar $500.000 para poder trabajar desde Los Alpes, según las órdenes de alias Pichi.
Los buseros que trabajan en Belén y Altavista deben pagar las siguientes vacunas semanalmente: $80.000 a Los Gaitanistas (AGC), $80.000 a Los Chivos y $60.000 a Los Pájaros, para un total de $220.000 semanales, que en el mes suman $880.000. San Bernardo también estaría cobrando una suma similar a las rutas 171 y 172.
Este recuento confirma que la presencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia en Medellín no es más que la reafirmación del paramilitarismo, que siempre ha estado en alianza con el crimen que azota a la ciudad y en algunos casos con la institucionalidad a través de nóminas paralelas y pactos ilegales, como el ya conocido «Pacto del Fusil».
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