Las vacunas en Medellín, herencia del Bloque Cacique Nutibara

1146

Eli_Inspector

La presencia del paramilitarismo en Medellín es de vieja data. Existen datos del arribo de hombres de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) en 1996, provenientes de Urabá, al mando de Carlos Vásquez, alias Cepillo, quien llegó al corregimiento de Belén Altavista. La connivencia se dio, como lo probó el Tribunal Superior de Medellín, Sala de Justicia y Paz, por el apoyo del general Alfonso Manosalva Flórez, comandante de la Cuarta Brigada, quien le pidió a Raúl Emilio Hasbún la creación de un grupo de autodefensa en Belén Altavista con el fin de contrarrestar la presencia de la guerrilla en el sector.

Posteriormente, entró a Medellín el Frente José Luis Zuluaga, de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, teniendo como centro de operaciones los barrios Belén Aguas Frías, Belén Zafra, Belencito Corazón y el barrio Pesebre en la comuna 13. El Bloque Metro, al mando de alias Rodrigo o Doble Cero, inicialmente ingresó en 1999 a la zona nor-oriental y centro-oriental de Medellín, donde había bandas al servicio del narcotráfico, copando y extendiéndose por varios sectores de la ciudad como los barrios La Sierra, Moravia, El Bosque y El Oasis, y recibiendo el apoyo de las Convivir, que hoy hacen presencia en la comuna 10. [Leer: Estructura de las Convivir]

El Bloque Cacique Nutibara recogió todas las estructuras paramilitares en una misma línea de mando, por lo que en él desembocaron las Convivir, las bandas criminales, los combos de la ciudad y la Oficina de Envigado, todos protagonistas de la violencia que vivió la Medellín durante esa época, y que sigue en apogeo. Eso significa que el Bloque Cacique Nutibara estaba integrado por lo menos por 300 bandas y combos de la ciudad, un promedio similar de las que existen actualmente.

Con la implementación de la Ley de Justicia y Paz, que propició la desmovilización parcial de las Autodefensas Unidas de Colombia, el máximo jefe del Cacique Nutibara, Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Berna, entregó información de las 40 bandas sobre las cuales tenía mando en el negocio del narcotráfico, queda la duda si entregó todo el listado de bandas, teniendo en cuenta que solo en la ciudad de Medellín habían 400 bandas que en el año 2002 ya estaban bajo control de Don Berna :

1- La 38

2- Los Buchepájaros

3- La Machaca

4- La Terraza

5- Los Cobis

6- El Reversadero

7- El Pesebre

8- Alfonso López

9- Córdoba

10- La Francia

11- El Niño

12- El Hueco de la Candelaria

13- La 40

14- La Fe

15- La Arboleda

16- La Paralela

17- Mondongueros

18- Los Ototos

19- Plaza Colón

20- El Ventiadero

21- La Unión

22- Calatrava

23- El Tablazo

24- Yarumito

25- El Guayabo

26- San Gabriel

27- San Francisco

28- La Raya

29- Los BJ

30- La Cañada

31- Caicedo

32- Los Pillo

33- La Toma

34- Los Triana

35- La Treinta

36- Los Colchoneros

37- Los Cobre

38- Los Magníficos

39- Los Zaros

39- El Socorro

40- La 29

El Bloque Cacique Nutibara se financió a través de diversas actividades ilícitas, entre ellas los aportes voluntarios, contribuciones arbitrarias de los comerciantes, conductores y empresas de transporte y habitantes, ubicados en los sectores o barrios donde operaban sus miembros.

En las terminales de buses ubicadas en Belén Altavista, La Perla, La Esperanza y Buenavista cada bus pagaba aportes mensuales.

Asimismo ocurría en los barrios Popular 1, El Control, Caicedo y Santa Lucía, se pagaba por el aseo del bus, así como en La Soledad, El Pesebre, El Pozo y La Cruz. En Robledo Aures la contribución de las rutas de Robledo era voluntaria.

Las ladrilleras ubicadas en los barrios Belén Altavista, La Perla, La Esperanza y Buenavista pagaban entre dos millones y tres millones de pesos mensuales, así como las ladrilleras Asociados, Santa Cecilia y de Guillermo Medina.

Una década después la criminalidad continúa con las actividades de financiación heredadas del Bloque Cacique Nutibara, como lo ha denunciado la Agencia de Prensa Análisis Urbano. [Leer: Alias Boso, segundo de Los Chivos, habla sobre vacunas en Belén y Altavista]

En Belén y en Altavista los «colectiveros» o «chiveros» serían víctimas de cuatro vacunas: La Perla (Altavista-AGC), Los Chivos y Los Pájaros cobrarían $50.000 semanales, y los de San Bernardo le cobran a los «chiveros» igual cantidad.

El otro cobro para los colectiveros sería el del cupo para poder trabajar en la zona y que sería de $1.000.000, este recaudado por Los Pájaros. En Belén San Bernardo deben pagar $500.000 para poder trabajar desde Los Alpes, según las órdenes de alias Pichi.

Los buseros que trabajan en Belén y Altavista deben pagar las siguientes vacunas semanalmente: $80.000 a Los Gaitanistas (AGC), $80.000 a Los Chivos y $60.000 a Los Pájaros, para un total de $220.000 semanales, que en el mes suman $880.000. San Bernardo también estaría cobrando una suma similar a las rutas 171 y 172.

Este recuento confirma que la presencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia en Medellín no es más que la reafirmación del paramilitarismo, que siempre ha estado en alianza con el crimen que azota a la ciudad y en algunos casos con la institucionalidad a través de nóminas paralelas y pactos ilegales, como el ya conocido «Pacto del Fusil». 

Temas relacionados 

Reingeniería criminal (Primera entrega)

Alias Boso, segundo de Los Chivos, habla sobre vacunas en Belén y Altavista

Se ajusta el pacto del fusil

Estructura de las Convivir: cúpula, coordinadores, integrantes, cobradores, pagadiarios y territorios

Convivir también delinque en Prado Centro

Comuna 8 de Medellín, décadas bajo control criminal e indiferencia institucional

La seguridad es un asunto de todos en Medellín

“Extorsiones en Medellín: Una herencia maldita” 

Extorsión, el nuevo rubro que se incluye en la canasta familiar 

Se afianza la extorsión en Medellín 

La extorsión un parásito criminal en el Valle de Aburrá