Atlanta (EE.UU.), 11 de junio de 2025.- Los inmigrantes latinos en Atlanta (Georgia) están aterrorizados con las redadas masivas en tiendas de construcción y los arrestos de la Policía de tránsito en plena vía con ayuda de Inmigración, lo que ha generado ya las primeras protestas siguiendo las que comenzaron el viernes pasado en Los Ángeles.
Los oficiales migratorios están participando en operaciones conjuntas con la Patrulla Estatal de Georgia y están interceptando camionetas de trabajadores en zonas hispanas, entre ellas en el área de Buford Highway, que es considerado el corazón de la comunidad latina de Atlanta.
Steven Schrank, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI)
en Atlanta advirtió de que este tipo de operaciones no solo continuarán, sino que se incrementarán, y aseguró que a diario arrestan a más de un centenar de migrantes en Georgia.
Mientras tanto, las protestas que se llevan a cabo en Los Ángeles en contra de las redadas de inmigración también se han propagado a Atlanta y la última de ellas terminó con varias detenciones.
Lo que comenzó el martes en una manifestación pacífica en Buford Highway acabó de manera violenta cuando un grupo comenzó a lanzar fuegos artificiales y piedras a la policía, lo que provocó daños a tres patrullas y dejó a por lo menos seis personas arrestadas.
Miedo en medio de la tormenta
Los operativos migratorios en los alrededores de tiendas de mejoras para el hogar y otros negocios de la zona metropolitana de Atlanta están generando miedo entre los trabajadores hispanos y muchos de ellos están optando por no salir mientras pasa la «tormenta» que ha desatado el presidente Donald Trump.
En estas últimas semanas son pocos los jornaleros latinos que se atreven a ir en busca de trabajo a los estacionamientos de la cadena de tiendas Home Depot después que agentes federales encapuchados irrumpieron en varios de ellos y arrestaran a la mayoría de los que estaban congregados ahí.
«Ya no viene nadie. Hay mucho miedo», expresó a EFE un inmigrante de Guatemala que se identificó como Romero y que esperaba chamba (trabajo) en las afueras de un Home Depot en Atlanta, un lugar donde a diario se congregaba un nutrido grupo de casi medio centenar de jornaleros, en su mayoría mexicanos y centroamericanos.
A Romero ahora solo lo acompañaba, Marcos, originario de Nicaragua, porque el resto teme que en cualquier momento lleguen los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) o de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) que están frecuentado áreas predominantemente hispanas de Atlanta, como Doraville y Norcross.
«Antes eras más de 30 o 40 los que veníamos aquí, ahora solo somos dos, y algunas veces llegan unos nuevos, pero tiene miedo, y además, no hay trabajo», lamentó el guatemalteco, quien tiene 20 años de vivir en Estados Unidos y que asegura que ha evitado caer en manos de ICE porque «no se mete en problemas».
En una gasolinera cercana al Home Depot estaba otro grupo de jornaleros, que vigilaba nerviosamente sus alrededores y que también expresó temor por lo que está ocurriendo en Atlanta y otras ciudades del país donde, aseguran, los migrantes están siendo acorralados por el gobierno de Trump.
Como si se tratara de una tormenta, los migrantes declararon que solo están tratando de «capear el vendaval» que desató el presidente y que están ahí esperando a que alguien les dé trabajo a pesar del miedo que sienten porque no les queda otra opción pues necesitan trabajar para mantener a sus familias.
No son criminales
Los operativos de agentes federales en los alrededores de tiendas Home Depot y otros negocios de Atlanta no son algo frecuente en Atlanta, por lo que la ejecución de varios de ellos en los últimos días ha causado conmoción en la comunidad latina en general, sobre todo porque en muchos casos los detenidos no tienen antecedentes penales y porque, de alguna manera, ha participado la Policía local.
En uno de ellos, en South Fulton, una ciudad en el oeste de la zona metropolitana de Atlanta, las autoridades locales confirmaron que estuvieron presentes sus agentes porque se trataba de operación para garantizar «la seguridad de la comunidad» y abordar problemas reportados por residentes y negocios.
Sin embargo, reconocieron que a casi todos los arrestados, al parecer jornaleros, se los llevó HSI «por cargos federales».
Los agentes también están llegando a otros negocios de inmigrantes, como tiendas de abarrotes y salones, entre ellos uno de manicura y pedicura en Marietta, una ciudad al noroeste de Atlanta, donde arrestaron a una docena de trabajadores, presuntamente por estar indocumentados.
EFE