París, 27 nov – La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, aseguró este miércoles que la sentencia que se dictará el 31 de marzo por el juicio por presunta financiación ilegal de su partido no condicionará su acción política, cuando se especula sobre si votará una moción de censura al Gobierno en las próximas semanas.
En declaraciones a la prensa al término de este juicio ante el Tribunal Correccional de París, Le Pen insistió en que el proceso tendrá «cero consecuencias políticas» mientras llega la sentencia.
Dijo que «es falso» que «las decisiones políticas» que habrá de tomar como jefa del grupo parlamentario de la ultraderechista Agrupación Nacional vayan a estar impactadas por la posibilidad de ser condenada por malversación de fondos públicos y complicidad de ese delito.
Añadió que hará «lo que tenga que hacer» y que el juicio «no entrará en consideración» en sus decisiones.
Le Pen aseguró que acabado el juicio retomará plenamente sus actividades políticas en un momento de «paroxismo» ante el voto de «un mal presupuesto para los franceses» que, dijo, intentará rectificar. De no conseguirlo, advirtió, «habrá que afrontar responsabilidades políticas».
La Fiscalía ha pedido para ella en este proceso que se ha desarrollado durante casi dos meses una pena de cinco años de cárcel, de los cuales dos firmes (aunque no tendría que ingresar en la cárcel), una multa de 300.000 euros y, lo que es más importante para su futuro político, su inhabilitación durante cinco años.
El Ministerio Público reclamó que esa inhabilitación se le aplique de forma automática, lo que significaría que se aplicaría incluso aunque hubiera un recurso.
Eso le impediría volver a presentarse a las elecciones presidenciales, que deben celebrarse en 2027.
La jefa de la extrema derecha francesa ha reiterado en los últimos días que votará una moción de censura si no hay cambios en los presupuestos de 2025 que se están tramitando actualmente en el Parlamento.
El voto de los parlamentarios de su partido son claves para derribar o mantener al Ejecutivo en una eventual moción de censura, que se considera probable en las próximas semanas, puesto que el primer ministro, Michel Barnier, casi con total seguridad tendrá que recurrir a un mecanismo constitucional (el artículo 49.3) para aprobar los presupuestos sin someterlos a voto al no tener mayoría.
Ese mecanismo constitucional supone que se abre la posibilidad de una moción de censura y la oposición de izquierdas ha dicho que la utilizará.
Le Pen, que dijo sentirse «serena» de cara a la sentencia, se mostró también aliviada por el fin de este juicio, al que ha acudido de forma casi sistemática, durante tres días cada semana, lo que ha limitado su actividad política.
El abogado de Le Pen, Rodolphe Bosselut, se centró durante su alegato en subrayar que la jefa de la extrema derecha debe ser absuelta y que, en caso de ser declarada culpable, no se le debería imponer la pena de inhabilitación y, sobre todo, no con carácter automático como pretende la Fiscalía.
Para Bosselut, una inhabilitación automática sería «injusta» porque tendría «consecuencias irremediables, irreparables, que equivaldrían a una pena definitiva».
Sobre todo, el letrado hizo notar que eso afectaría «como mínimo a 13 millones de electores franceses», en alusión a los que votaron a su clienta en las presidenciales de 2022, y que no lo podrían hacer si se le impidiera presentarse de nuevo en los próximos comicios, programados para 2027.
EFE