El líder social Belisario Benavides Ordóñez fue baleado cuando estaba con su hijo de tres años y un sobrino de 12 años en el barrio Santander del municipio de Rosas, Cauca, lejano de Popayán 50 minutos al sur en carro.
Benavides, de 35 años de edad, era delegado de las víctimas ante el Comité Territorial de Justicia Transicional de Rosas.
La víctima lideraba procesos de restitución tanto en Rosas como en Patía y participaba en la coordinación del Día Internacional de las Víctimas.
Un informe de la Dijín de la Policía indica que entre 2016 y 2018 han asesinado a 262 líderes sociales en el país. La secretaria de Gobierno del departamento, Maribel Perafán, señaló que están detrás de las pistas de los asesinos. “No hay información de amenazas en su contra, de hecho estaba adelantando unos trabajos con la administración municipal”, señaló la funcionaria.
Benavides fue desplazado por la violencia del municipio de Patía, por lo que llegó hace cinco años a Rosas. Allí se estableció con su esposa y sus tres hijos de 14, de 7 y 3 años de edad.
En el Cauca asesinaron 32 líderes sociales en 2017. En el país fueron 58 ese mismo año. En 2016 asesinaron a 78 líderes y este año 2018 ya se han registrado 21 casos.
Ante el aumento de asesinatos de líderes sociales, la Confederación de Nacional de Acción Comunal, inició un proceso de solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH. Jaime Gutiérrez Ospina, exvicepresidente de esa entidad, señaló que es urgente que el Estado tome medidas para proteger a estos líderes comunales, además de adelantar las investigaciones para esclarecer estos casos.