Dos rachas importantísimas, trascendentales, fueron protagonistas en Medellín en los últimos días. Dos temporadas de más de cinco días cada una sin que se registraran homicidios en la ciudad reportaron las autoridades.
Estas noticias, que las esperamos, las resaltamos y las buscamos con nuestro denodado trabajo, nos llenan de esperanza. Sin embargo, es nuestro deber recordar que fueron la Agencia de Prensa Análisis Urbano y la ONG Corpades quienes lo anunciamos.
Estos días de paz obedecen indudablemente al pacto de paz que acordaron las dos líneas en las que se divide la denominada Oficina del Valle de Aburrá, conocida también como Oficina de Envigado.
En mayo de 2019 hicimos el anuncio. La guerra de la Oficina, el enfrentamiento de las líneas militares de la Oficina, había cesado. Se acabó la fatídica “guerra fría”. No llegamos a la guerra abierta de la Oficina, no llegamos a ese periodo del 2007 al 2011 que dejó más de 8 mil homicidios en la ciudad.
La orden perentoria de que las bandas cesen toda actividad militar se ha cumplido. El diálogo entre la Línea 60 y la Línea 40 o la Alianza Criminal del Norte y la Confederación Criminal de Medellín llevó a este clima de paz y tranquilidad. Se siguen presentando casos aislados, pero son muy pocos.
Por supuesto que la institucionalidad ha hecho su parte. Obligaron a la Oficina a que se sentara a dialogar. Desde las cárceles de Colombia, los jefes y subjefes de la Oficina ayudaron a mediar a que cesara la confrontación.
Desde el norte de Medellín, del Valle de Aburrá, desde Bello y desde otras partes, incluso, desde comuna 7, comuna 13, jefes poderosos han ayudado a que pare la confrontación de la Oficina.
Desde Corpades, desde Análisis Urbano, queremos invitar a la sociedad en general, queremos invitar a la institucionalidad, queremos invitar a las organizaciones sociales, a los partidos políticos, a las organizaciones juveniles, a las organizaciones culturales, para que le solicitemos al presidente Iván Duque, al Congreso de la República, que se apruebe una Ley de Sometimiento que permita, que facilite que integrantes de grupos armados se entreguen con total garantía para ellos.
Análisis Urbano y Corpades hemos anunciado la llegada de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC o Clan del Golfo al Valle de Aburrá y fue cierto; anunciamos el Pacto del Fusil y fue cierto, anunciamos la llegada de los carteles mexicanos de la droga a Medellín y fue cierto, hemos anunciado que los urbanos han entrado a otras subregiones de Antioquia y también ha salido cierto y ahora el fin de la “guerra fría”, que se refleja en la reducción de homicidios.
Pero hoy, sociedad, institucionalidad, con su estrategia de seguridad, a veces errada, a veces equivocada y lo que lograron adentro de la Oficina es que se acabe la confrontación.
Muchas vidas se van a salvar, creemos que mucha gente va a retornar a la tranquilidad y estamos convencidos que el desplazamiento forzado, la desaparición forzada y otras actividades criminales van a cesar o van a bajar.
Hay una fuerte estrategia que ha implementado el señor gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, el señor alcalde de la ciudad de Medellín, Federico Gutiérrez, el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, obviamente orientando a sus hombres y mujeres, general Eliécer Camacho, y la participación también activa de la Séptima División en cabeza del brigadier general Juan Carlos Ramírez Trujillo y el brigadier general Juvenal Díaz Mateus, nuevo comandante de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional. Obviamente no podemos olvidar acá que también ha estado participando la Fiscalía General de la Nación.
¿Qué son las dos líneas de la Oficina?
Por un lado tenemos la llamada Alianza Criminal del Norte que agrupa la mayor parte de las bandas del Norte del Valle de Aburrá, con epicentro en el municipio de Bello. Bandas muy poderosas o estructuras del crimen muy poderosas en la comuna 6 (Doce de Octubre), en la comuna 8 (Villa Hermosa) y que incluso tienen gran participación en la comuna 10 (Centro de Medellín). Se habla también de la comuna 15 (Guayabal) donde está la banda la Raya y uno de los lugares que se ha denominado el gran fortín, que es la comuna 16 (Belén), un gran fortín de la Alianza Criminal del Norte.
A ellos les hace oposición la llamada Línea Minoritaria o como la hemos denominado nosotros la Confederación Criminal de Medellín, La Terraza, asociada con los Pesebreros que están en comuna 7 (Robledo), en comuna 13 (San Javier), en la comuna 12 (La América) y que fueron expulsados de la comuna 16 (Belén). Se dice que incluso que la Oficina de San Pablo estaría ahí.