Bogotá, 29 abr – Lola Vendetta, el personaje de cómic creado por la ilustradora y escritora española Raquel Riba Rossy, desenfunda su katana para acabar con la idea de que las mujeres deben estar a la «sombra de alguien importante» que predica el amor romántico mientras lidia con el shock postraumático después de salir de una relación de maltrato.
‘Lola Vendetta. Katanazo al amor romántico’ (Planeta Cómic) es la nueva aventura de este personaje que en esta ocasión cuenta las consecuencias de ser maltratada a través del shock postraumático, cuya sintomatología es el aturdimiento mental, falta de memoria y lagunas mentales, dismorfia corporal, normalización de la situación para no sufrir más e incluso la justificación del maltrato para sobrevivir.
«Nos cuesta poco imaginarnos que un presidente como Putin tiene una personalidad así, pero luego no nos creemos que alguien de nuestro círculo cercano pueda tenerla», explica en una entrevista con EFE Riba Rossy con motivo de su participación en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo).
Ha sido un libro «incómodo» y «difícil» de escribir porque Riba Rossy no sabía si iba a lograr «explicar bien un tema tan delicado que en un cómic no se había tratado nunca», aunque lo logró y ya tiene preparada la segunda parte en la que Lola, ya habiendo recuperado su katana, contará su proceso de recuperación.
El shock
«Necesité entender todo lo que le estaba pasando al cuerpo de Lola Vendetta, científicamente y psicológicamente, cómo son los patrones de conducta de una persona que ha sobrevivido a algo así», para lo que estuvo dos años investigando y hablando con profesionales para «evitar a toda costa la foto de contrastes de sombras súper ‘heavy’ con un moratón gigante en la cara».
Esto porque «ya hemos entendido que si te pegan un golpe en la cara es maltrato», pero era importante resaltar que la división entre maltrato físico y psicológico «no es cierta», ya que «el maltrato acaba siendo siempre físico porque si te machacan el cerebro, el cuerpo se afecta».
«Cuantísimas mujeres me han escrito durante estos últimos meses diciéndome: ‘terminé en el hospital sin poder respirar y no me puso una mano encima, pero me pasé tres años bajo una situación de estrés tan elevada que mi cuerpo explotó’. Esa división de cuerpo-mente tan loca que hacemos tenemos que empezar a difuminarla», insiste la escritora.
La historia de Lola, que está acompañada por una banda sonora escrita e interpretada por su escritora a la que se puede acceder a través de un código QR, es la de millones de mujeres que viven situaciones de maltrato.
«Muchas veces este síndrome de la mujer maltratada también está asociado a adicciones para aturdir todavía más y no sentir esa sensación horrible y a trastornos de la conducta alimentaria», y también a ideas suicidas: «cuando llevas tantísimo tiempo sometida a una situación de presión, encierro y aislamiento de la que tienes la sensación de que no vas a salir, la sensación de indefensión aprendida es brutal», continúa la ilustradora.
El objetivo principal de los maltratadores, prosigue, es el control, por eso «de repente te das cuenta que las vejaciones más bestias son antes de mi cumpleaños o de una reunión importante en el trabajo». Es decir, que lentamente va afectando todas las áreas de tu vida, una vez identifica tus vulnerabilidades.
Lola y Colombia
El éxito que ahora es Lola Vendetta en muchos países arrancó, curiosamente, en Colombia, cuenta Riba Rossy, donde desde 2016 su personaje conectó con las colombianas.
«Colombia fue el primer país donde Lola Vendetta fue acogida a lo bestia, y luego vino México y luego vino España», en palabras de la ilustradora.
Precisamente, el personaje de Rosa, una de las amigas de Lola, es colombiana porque Riba Rossy recibió, muy al comienzo de las aventuras del personaje, un mensaje de una niña de 7 años del departamento del Chocó en el que le pedía crear un personaje que se pareciera a ella.
Casi diez años después, Riba Rossy sigue escribiendo de y desde el feminismo porque lo tiene claro: «es una carrera de fondo, nunca fue un ‘petardazo’ en medio de la historia».
Laia Mataix Gómez
EFE