Londres, 15 enero.- El Gobierno británico justificó este viernes el veto a los vuelos de Sudamérica y Portugal, en vigor desde esta madrugada, como mecanismo «preventivo» con el que proteger su plan de vacunación ante el temor a una «preocupante» cepa emergente de coronavirus detectada en Brasil.
Desde las 40.00 GMT el Reino Unido tiene blindada la entrada a los servicios aéreos provenientes de 14 países de América del Sur, Portugal y Cabo Verde. Prohibición de la que quedan exentos británicos e irlandeses residentes en las islas británicas -que han de aislarse diez días a su llegada- y transportistas que partan de Portugal llevando bienes «esenciales».
La norma obedece a los renovados temores entre la comunidad científica a una mutación presuntamente más contagiosa registrada en Brasil de cuya presencia, según afirmó hoy el ministro británico de Transporte, Grant Shapps, «no se tiene constancia» hasta la fecha en este país.
El Gobierno eliminará además a partir del lunes todos los corredores aéreos seguros que permitían a algunos viajeros eludir la cuarentena obligatoria de diez días a su llegada al Reino Unido, a fin de tratar de evitar la importación de cualquier «cepa sin identificar», según anunció hoy el primer ministro, Boris Johnson.
Wendy Barclay, responsable del llamado Consorcio de Virología Nacional -destinado a analizar las mutaciones emergentes del coronavirus- reveló por su parte a medios locales que en el Reino Unido sí se ha detectado, en cambio, otra cepa diferente, pero también procedente de Brasil (donde se han encontrado dos).
La viróloga tuvo que aclarar que la cepa de ese país identificada aquí no es «la nueva variante brasileña preocupante, de la que se infectaron varios viajeros en Japón».
La experta alertó de que las mutaciones de ambas cepas de Brasil «podrían impactar en la manera en que los anticuerpos de algunas personas ven al virus», por lo que consideró importante hacer un seguimiento de los hallazgos ante sus potenciales «importantes implicaciones».
RÉCORD DE HOSPITALIZACIONES
El Reino Unido ha vacunado ya a 3,2 millones de sus ciudadanos, pero se enfrenta al mismo tiempo a un avance alarmante del virus debido a una mutación aparentemente más contagiosa que las conocidas hasta ahora.
En la última jornada ingresaron en hospitales británicos 4.262 personas con coronavirus, un récord desde que se inició la pandemia, mientras que permanecen hospitalizados en total 37.282 pacientes, en torno a 15.000 más que en el pico máximo de la primera ola, el pasado abril.
El Ejecutivo notificó este viernes 1.280 nuevas muertes por la enfermedad, solo ligeramente por debajo del máximo de 1.564 registrado esta semana, y 55.761 contagios.
EL GOBIERNO QUIERE VELAR POR SU PLAN DE VACUNACIÓN
En algunas de sus varias comparecencias hoy ante los medios, Shapps defendió la última restricción aplicada por el Ejecutivo: «Queremos asegurarnos de que no nos caemos ante este obstáculo», explicó a la cadena BBC.
El político «tory» clarificó en otras declaraciones a Sky News que, por ahora, los científicos «no están diciendo que las vacunas no vayan a ser efectivas frente a la cepa», pero insistió en la necesidad de adoptar «precauciones» a la mayor brevedad.
«Estamos en este paso adelantado (de la vacunación), hemos llegado muy lejos, tenemos las vacunas en los brazos de tres millones de británicos, esto es más que Francia, España, Alemania e Italia juntos, y no queremos tropezar en este momento», observó.
Para algunos expertos, como el epidemiólogo Mike Tildesley, la última restricción aérea llega «tarde», aunque logrará «minimizar» el riesgo que entraña la citada variante «más transmisible».
Tildesley advirtió asimismo de que, si bien los científicos «no creen que haya nada de qué preocuparse» en cuanto a la eficacia de las vacunas, el hecho de que esas mutaciones sean más contagiosas implica que los ciudadanos podrían «potencialmente desarrollar síntomas más severos más rápido, lo que podría ocasionar más problemas al servicio sanitario».
EL NUEVO NÚMERO R SIGUE SIENDO DESALENTADOR
Por otro lado, el R, número reproductivo de la enfermedad, se sitúa ahora en el Reino Unido entre el 1,2 y el 1,3 -frente a la semana pasada, cuando se ubicó entre el 1 y el 1,4-, lo que implica que cada diez infectados contagiarán de covid-19 a entre 12 y 13 personas.
Esos datos fueron revelados hoy de manera conjunta por la Oficina Gubernamental de Ciencia y el Grupo Científico asesor del Gobierno para Emergencias (SAGE, en inglés).
El Reino Unido continúa sumando cifras escalofriantes de nuevos infectados y muertos por la covid-19. Los últimos datos oficiales notificados -anoche- revelaron otros 1.248 decesos y 48.682 casos en 24 horas.
En contrapartida, son ya casi 3 millones de ciudadanos británicos los que han recibido la primera dosis de la vacuna, un dato esperanzador dentro de este contexto aciago.
El país ha depositado sus esperanzas para vencer la lucha contra la pandemia en su programa de inmunización, que arrancó el pasado 8 de diciembre, y con el que espera vacunar a los cuatro grupos más vulnerables -unos 15 millones de personas- antes del 15 de febrero.
Hasta la fecha, la Sanidad británica vacuna con dos preparados, los desarrollados por el tándem Pfizer/BioNTech y los de Oxford/AstraZeneca.