La Habana, 21 sep – El experimentado percusionista cubano Ruy López-Nussa asegura en una entrevista a EFE que está «satisfecho» con los quince años que cumple La Academia, su proyecto musical más personal, pero añade que aún quiere «hacer un poquito más».
«Estoy satisfecho, aunque siempre te queda ese saborcito de hacer un poquito más», afirma el líder de esta agrupación de jazz afrocubano en una pausa de los ensayos previos al concierto de este sábado en el teatro del Museo de Bellas Artes de La Habana, actuación con la que festejan el aniversario
López-Nussa (México, 1957) adelantó que «el programa del concierto recoge un poco los temas de siempre y otras composiciones musicales más actualizadas y renovadas». Entre las piezas que tocarán, apuntó, está «Que nadie se meta con Rodrigo», del pianista Alejandro Falcón.
Está previsto además que repase la trayectoria de la formación interpretando piezas como «MIVI!», «Chados», «Mon Chachá», «Ruyco Danzón», «Enlloró», «Congo Yambumba» y «El cunbanchero», entre otras.
«La preparación (del concierto) ha sido bien difícil porque son momentos complejos y además los músicos tienen muchos compromisos. Sin embargo, todos están aquí y prometemos algo diferente este sábado», aseguró el veterano artista, con cerca de cinco décadas de trayectoria.
El percusionista, considerado uno de los mejores de Cuba, subrayó desde su casa, donde también tiene montado un pequeño estudio de grabación, que «La Academia lo que hace normalmente es música instrumental fusionada con jazz, algunos coros y ritmos africanos».
Acompañarán a López-Nussa en el escenario del Bellas Artes, además de Falcón, el bajista Arnulfo Guerra, los trompetistas Mayquel Gonzales y Roberto García y el percusionista Octavio Rodríguez Rivera.
Un libro hecho concierto
La agrupación surgió en 2009 con un primer concierto que no aspiraba a tener continuidad, inspirada en el libro «Ritmos de Cuba» (primera edición de tres en 2004), escrito por el propio López-Nussa.
En esa obra había recogido partituras de varios grupos musicales cubanos con un afán pedagógico. Pero fue su hermano quien le dio la idea para que La Academia saltase a los escenarios.
«Nace de ese libro que escribí, pero el que me empujó a hacer el proyecto fue mi hermano Ernán (también músico) para reflejar lo que estaba en el libro a través de un concierto. Me dijo: estoy hay que hacerlo en grande», señaló.
La Academia grabó su primer trabajo de estudio en 2011, con diez versiones de la obra del artista jamaicano Bob Marley, al que siguieron Ruy presenta La academia, La academia quinteto, La Academia Live y Repercusiones. La agrupación produjo asimismo un DVD con clases magistrales.
Un grupo hecho escuela
Desde el primer momento, recordó López-Nussa, el proyecto se concibió para vincular la docencia con las presentaciones musicales del grupo.
La sonoridad característica de La Academia responde a la mezcla del jazz con otros géneros como el cha, cha, cha, el son, el mambo y, según el propio músico, tiene una «gran influencia de las tradiciones yorubas», la cultura de gran parte de los esclavos que llegaron a la isla provenientes de África).
«En este tiempo se ha mantenido la idea creativa de los inicios. Los arreglos han cambiado, pero La Academia sigue sonando como el primer día», aseguró el percusionista.
La labor de López-Nussa como profesor de percusión comenzó en 1976 y desde entonces ha trabajado como baterista con numerosas agrupaciones cubanas de primer nivel.
Además, con esta iniciativa ha contribuido a lanzar a muchos músicos de la isla, asegura. «Estoy contento también por haber aportado un granito de arena en la formación de futuros bateristas», asegura.
Laura Bécquer
EFE