Washington, 19 abril.- Dos destacados asesores de los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y Rusia, Vladímir Putin, conversaron este lunes sobre la posibilidad de programar una cumbre bilateral en pleno aumento de las tensiones, además de sobre el líder opositor ruso Alexéi Navalni.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, hablaron por teléfono el mismo día en que Navalni fue ingresado en un hospital penitenciario, tras veinte días de huelga de hambre en prisión.
Ambos «hablaron sobre el caso de Navalni durante cierto tiempo», dijo a Efe después de la llamada una portavoz de la Casa Blanca, que no quiso entrar en más detalles.
Sin embargo, Sullivan ya advirtió públicamente el domingo de que habrá consecuencias si el opositor ruso muere bajo su custodia, un punto que reiteró este lunes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
«Si el señor Navalni muere, habrá consecuencias para el Gobierno ruso, y nos reservamos esas opciones. Mientras tanto, nuestro objetivo es seguir pidiendo su liberación y reiterar nuestra opinión de que se le debe tratar de forma humana», afirmó Psaki en su rueda de prensa diaria.
El opositor, de 44 años, ha perdido 16 kilos desde que ingresara en prisión el pasado febrero para cumplir una condena por un antiguo caso penal, y hace tres semanas comenzó una huelga de hambre en protesta por la negativa de los servicios penitenciarios a ser examinado por un médico de confianza.
Durante su conversación telefónica, Sullivan y Pátrushev hablaron además sobre «la posibilidad de una cumbre presidencial entre Estados Unidos y Rusia», indicó en un escueto comunicado la portavoz del primero de ellos, Emily Horne.
La semana pasada, Biden telefoneó a Putin y le propuso mantener pronto una cumbre bilateral en un tercer país, una idea a la que Moscú dio inicialmente la bienvenida.
Las perspectivas para esa cumbre se complicaron, no obstante, cuando Estados Unidos impuso dos días después una amplia ronda de sanciones a Rusia por su presunta interferencia en las elecciones presidenciales de 2020, su supuesto papel en el ciberataque masivo de SolarWinds y sus acciones en Ucrania y Afganistán.
Biden expulsó además a diez miembros de la misión diplomática rusa en Washington, a lo que Putin respondió echando al mismo número de funcionarios estadounidenses de Moscú, además de sancionar a EE.UU. por injerencia en sus asuntos y publicar una lista negra de altos funcionarios.
Pese al aumento de tensiones, Biden y Putin han encontrado una rendija para la cooperación en la lucha contra la crisis climática, y el líder ruso tiene previsto participar este jueves en la cumbre virtual sobre el clima organizada por el estadounidense.