El presidente Iván Duque Márquez enfatizó este sábado que, frente al esclarecimiento del magnicidio del dirigente político Álvaro Gómez Hurtado, los colombianos exigen justicia y que no quede ningún ápice de duda sobre los responsables de ese “crimen horrendo”.
Así lo manifestó el Jefe de Estado, al referirse a la información de la Justicia Especial para la Paz (JEP), en el sentido de que algunos miembros de la desaparecida guerrilla de las Farc se atribuyen la responsabilidad en el asesinato de Gómez Hurtado.
“Que la justicia cumpla con su tarea, pero también que no vaya a permitir que por una vía se trate de obstruir la verdadera responsabilidad que hay detrás de ese asesinato, porque adjudicarse esos crímenes cuando ya hay garantías de que nadie va a pagar cárcel, no deja de generar dudas, sospechas, preocupaciones”, aseveró el Mandatario, quien lidera una jornada de reactivación económica en Villavicencio.
También, aseguró que “como colombiano lo único que quiero es que ese crimen horrendo sea esclarecido y que no quede ningún ápice de duda, y que si alguien se lo atribuye y no corresponde a la verdad se entienda que se está cometiendo un delito para obstruir la justicia en nuestro país”.
En el mismo contexto, el Presidente manifestó que es necesario que la “la justicia actúe con contundencia, con prontitud y que no desestime ninguna de las consideraciones, ni en las afirmaciones que, también, ha hecho la familia de Álvaro Gómez sobre lo que ellos reclaman debe ser investigado para que se sepa la verdad”.
Además, aseveró que la justicia que desde hace más de 20 años adelanta las investigaciones correspondientes a ese asesinato lo siga haciendo.
“Que la justicia haga lo que tiene que hacer, que la justicia especial oiga los testimonios que tenga que oír, pero que la justicia que viene haciendo las investigaciones a profundidad no las deje de hacer y que después se cotejen cómo son realmente las circunstancias. Los colombianos queremos justicia”, subrayó el Jefe de Estado.
El Presidente recordó que en noviembre de 1995, cuando fue perpetrado el magnicidio de Gómez Hurtado, era uno de sus alumnos y tuvo que escuchar “las metrallas asesinas” que segaron su vida.
“Recuerdo cómo cada uno de los estudiantes y quienes habíamos sido sus alumnos y quienes habíamos interactuado tanto con él, sentíamos tanto dolor. Han sido 25 años de sufrimiento para la familia Gómez y para quienes recordamos a ese gran ser humano, ese gran profesor, 25 años pidiendo justicia”, concluyó.