Los correos del escándalo de sobornos de Airbus que salpican a Avianca

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La aerolínea Avianca entró oficialmente esta semana al escándalo que sacude a la gigante europea Airbus por el ofrecimiento de sobornos en 16 países para que les compraran sus aviones A320neo.

El 29 de enero, la principal fabricante de aviones civiles del mundo firmó una especie de acuerdo de culpabilidad en el que aceptó pagarles a Inglaterra, Estados Unidos y Francia una multa por 4.000 millones de dólares por sus prácticas corruptas.

Y de paso admitió que ejecutó maniobras similares en Corea, Rusia, India, China, Arabia Saudita, México, Brasil y Colombia, entre otros países, en una especie de emulación de lo sucedido con Odebrecht, sin que hasta ahora se sepa si en el caso hubo participación de funcionarios.

El diario El Tiempo tuvo acceso a la investigación interna que hizo la propia Airbus, y el capítulo sobre Avianca incluye la transcripción de, al menos, 8 correos electrónicos en los que se habla claramente de “transferencias ocultas” a un cuadro directivo de la aerolínea, clave en la negociación de más de un centenar de aviones.

Aunque el Tribunal Judicial de París ocultó la identidad del hombre de la coima, en los mensajes enviados desde cuentas corporativas se asegura que este viajó la primera semana de diciembre de 2014 a su fábrica en Toulouse, acompañado de otros dos directivos.

El punto ha cobrado relevancia porque a ese viaje fueron Germán Efromovich, principal accionista de Avianca y su otrora hombre fuerte, y Gerardo Grajales, responsable de compras generales, incluyendo aeronaves. Nadie sabe con certeza quién fue el tercero, aunque medios han hablado de Hernán Rincón, quien entró a la compañía en 2016.

Según la investigación, para que ayudara a cerrar el negocio, el hombre del soborno recibió con anterioridad ‘un trato triple A’. Pero no dan detalles de qué incluyó.
Y si bien en el informe se dice que los pagos de las coimas se suspendieron, Avianca ordenó una indagación interna para identificar al ejecutivo que incurrió en esta conducta, calificada por las autoridades de Francia como corrupción (ver, más adelante, ‘Las acciones que adoptó la aerolínea’).

Fuentes de la Fiscalía de Colombia le dijeron a EL TIEMPO que indagan si la investigación en Francia tiene algún nexo con el caso de las interceptaciones ilegales a pilotos de Avianca.

Según los documentos, el caso de corrupción en Colombia se echó a andar en noviembre de 2013. A mediados de ese mes, un empleado de Airbus envió un correo identificando al ejecutivo de Avianca y manifestando que se le debía dar el tratamiento privilegiado, “por estar ayudando en la campaña con Avianca/Synergy”.
Meses después, la aerolínea anunció que había decidido modernizar su flotilla y andaba indagando por modelos de la Boeing y de Airbus.

Tras un prolongado silencio apareció otro correo dentro de la trama. En este, fechado en octubre de 2014, un responsable de Airbus le preguntó a un empleado de SMO International (organización de estrategia y marketing) si había podido hablar con el directivo de Avianca Holdings.

“Este empleado confirmó, durante la investigación interna realizada por Airbus, que el cuadro directivo de Avianca Holdings había pedido una comisión por el rol que había desempeñado en el apoyo de la campaña de ventas de aviones A320neo para Avianca, en curso”, se lee en el documento.

Y la negociación avanzó.

“El 17 de noviembre de 2014, el empleado de SMO envió un correo a dos ejecutivos de SMO, informándoles que las conversaciones con el intermediario comercial sobre los honorarios adeudados estaban progresando y que había propuesto una ‘negociación global por el pasado y el futuro’ ”, dice el mensaje.

El viaje a Toulouse
Y el tema cogió vuelo ocho días después, en un nuevo correo en el que se habla de los pagos y se explica el significado del supuesto ‘acuerdo global’.

Según los investigadores, esto significaba que mirar al pasado era que en lugar de 20 se daban 15: “Es decir, 5 para el directivo de Avianca y en el nuevo contrato, 4 para ese mismo directivo y dos para otro”.

En este punto se advierte que estaban hablando de millones de euros y que el tema había progresado, pues dos días después el ejecutivo de Avianca le envió al servicio comercial de Airbus un correo que contenía una propuesta de compra en firme de cien aviones, y otros en opción.

Y aquí es donde viene el tema del viaje a Toulouse. En otro mensaje se anuncia que en la semana del 1 de diciembre de 2014, Airbus Commercial recibió en esa ciudad a representantes de Avianca Synergy, incluido el directivo mencionado, con el fin de discutir la propuesta de compra.

“A las oficinas de Airbus fuimos el presidente, Hernán Rincón, y el director financiero, Gerardo Grajales. Fuimos los tres a Toulouse. Ahora, no puedo afirmar nada diferente de que a ese viaje fuimos a negociar con el señor John Leahy, era el número dos de Airbus”, le explicó Efromovich a La W.Pero Grajales le dijo a EL TIEMPO que Rincón ingresó a Avianca en 2016 y que quien coordinaba y organizaba directamente esas reuniones era Efromovich: “Yo iba como parte de la delegación empresarial”.

¿Quién fue el tercero?
Lo concreto es que el contrato de venta se firmó el 30 de abril de 2015 por 130 aviones.
El rastro más fresco sobre el caso data del 22 de enero de 2016, cuando un ejecutivo de Airbus envió el último correo.

Dijo que estaba con el ejecutivo de Avianca, quien le había dado sus cifras. Luego se supo, en marzo de 2016, que el intermediario comercial (al que tampoco identifican) no respetó los compromisos con el ejecutivo de Avianca. Y asegura que esto impidió el pago de los fondos prometidos.

Avianca no ha dicho si va a revelar los hallazgos de su indagación, pero este escándalo se suma al de las peleas entre socios que se ventilan en un tribunal de Nueva York, y al de las chuzadas a pilotos, que hace trámite en la Fiscalía.

Las acciones que adoptó la aerolínea
Avianca informó esta semana que contrató a la firma internacional de abogados Ropes & Gray para realizar una investigación interna por el supuesto pago de sobornos que se habría dado entre la europea Airbus y altos ejecutivos de la aerolínea.

Dijo que se busca establecer si Avianca fue víctima de actuaciones indebidas o ilegales.

La compañía ratificó que colaborará con la justicia de Francia, Inglaterra y Estados Unidos, donde se destapó el escándalo, pero aseguró que tomará las acciones legales que sean necesarias para su defensa. Entre tanto, Germán Efromovich, socio mayoritario de Avianca –aunque sin poder de decisión tras el pleito judicial con United–, dijo en varios medios que solo se enteró del posible pago de coimas por el proceso contra Airbus.

Y agregó que al viaje a la fábrica de aviones en Toulouse, al que –dice la justicia francesa– fue el ejecutivo de Avianca que negociaba los sobornos, fueron tres personas: él, como directivo; Héctor Rincón, en calidad de presidente de la firma, y el entonces director financiero, Gerardo Grajales, quien se retiró en diciembre de 2019.

Este último, sin embargo, le aclaró al diario El Tiempo que Rincón ingresó a la compañía en marzo de 2016 y que no recordaba quién era el tercer asistente al viaje. Pero fue claro en que Efromovich era quien los coordinaba y organizaba.

Tomado de El Tiempo

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