Redacción Ciencia, 28 de julio de 2025.- Un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio ha comprobado cómo los cambios en el olor corporal femenino durante la ovulación provocan reacciones medibles en los hombres, que ven a las mujeres más atractivas y se relajan al percibir esos olores.

Los científicos coordinaron a más de 20 mujeres para garantizar que se recogieran sus olores en momentos clave de sus ciclos menstruales. Las conclusiones de su estudio, en el que describen las reacciones de los hombres ante esos olores, aparecen recogidas este lunes en la revista iScience,

Sus resultados indican que ciertos compuestos olfativos presentes en el olor corporal femenino aumentan durante la ovulación y pueden influir en cómo se sienten los hombres.

Cuando los hombres percibieron esos olores, junto con muestras de olor de las axilas durante la menstruación, percibieron los rostros de mujeres que se les mostraron, asociadas a esos olores, como más femeninas, atractivas y agradables, respecto a imágenes mostradas sin ir acompañadas del olor.

Los aromas femeninos también parecían reducir el estrés al percibirlos.

El equipo afirma que esto no prueba la existencia de feromonas en los seres humanos, pero que el olor podría influir sutilmente en la forma en que las personas interactúan y se comunican.

¿Son feromonas?

Aunque son un elemento habitual de la cultura popular, especialmente en las películas románticas, aún no se ha demostrado de forma concluyente la existencia de feromonas en los seres humanos (sustancias químicas segregadas por el cuerpo que podrían influir en el comportamiento de otros individuos de la misma especie). Sí se ha descrito su presencia en otros mamíferos.

Sin embargo, investigadores de los departamentos de Química Biológica Aplicada y de Neurointeligencia de la Universidad de Tokio han hallado un proceso paralelo a esa idea de feromonas, que podría provocar un cambio de comportamiento similar.

“Identificamos tres componentes del olor corporal de la mujer que aumentan durante los periodos ovulatorios, y cuando los hombres olieron una mezcla de esos compuestos y un olor axilar, indicaron que las imágenes de mujeres que acompañaban esos olores les parecían más atractivas y femeninas”, señala uno de los autores, el profesor de la Universidad de Tokio Kazushige Touhara.

“Descubrimos también que esos compuestos relajaban a los sujetos masculinos, e incluso suprimían el aumento de la cantidad de amilasa (un biomarcador del estrés) en su saliva”, agrega el investigador en un comunicado de la Universidad de Tokio.

Estudios previos ya habían descrito cómo el olor corporal femenino cambia a lo largo del ciclo menstrual, y cómo los cambios en la fase ovulatoria pueden ser percibidos por los hombres y considerados como agradables, pero hasta ahora no se había identificado la naturaleza específica de esos olores.

Cómo extraer el olor

Touhara y su equipo utilizaron una técnica de análisis químico llamada cromatografía de gases y espectrometría de masas para aislar compuestos volátiles que varían a lo largo de las fases del ciclo menstrual.

Las 20 mujeres participantes tuvieron seguimiento durante todo un ciclo menstrual y fueron entrevistadas sobre la temperatura corporal y otros indicadores para recopilar muestras que ayudaran a entender los cambios que se iban produciendo.

Las pruebas con los participantes masculinos se hicieron a ciegas, de manera que ellos no tuvieran ninguna pista sobre lo que estaban oliendo ni con qué finalidad, para “reducir o eliminar los factores psicológicos y las expectativas”, apunta Touhara.

“No podemos afirmar de forma concluyente que los compuestos que hemos encontrado y que aumentan durante el periodo de ovulación sean feromonas humanas, pero sí hemos encontrado compuestos similares a ellos en el cuerpo”, agrega.

El equipo tiene previsto explorar otras dimensiones de esta investigación, como ampliar los tipos de personas participantes para eliminar la posibilidad de que un rasgo genético específico influya en los resultados, realizar análisis químicos más profundos y estudiar cómo los compuestos ovulatorios podrían afectar a áreas activas del cerebro relacionadas con las emociones y la percepción.

EFE

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