Berlín, 25 de febrero de 2022 – Los países del flanco oriental de la OTAN pidieron este viernes una mayor firmeza contra Rusia y un mayor apoyo contra Ucrania ante la agresión militar de que es víctima, en forma de envío de armas para su defensa y sanciones más eficaces contra Moscú.
«Sólo la Rusia de Putin es responsable de la guerra en Ucrania, no podemos limitarnos a condenar pasivamente este brutal ataque. Debemos apoyar a Ucrania con más fuerza, especialmente a través del suministro de armas», dijo el presidente polaco, Andrzej Duda al inaugurar una reunión con los líderes del llamado B9, que agrupa a los miembros de la OTAN de Europa oriental.
Los líderes del B9, también llamados «Los 9 de Bucarest», se reunieron en Varsovia en una cumbre extraordinaria para analizar la agresión rusa a Ucrania y la situación de seguridad en el este de Europa.
A la reunión también asiste la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
EL SWIFTT COMO MECANISMO DE PRESIÓN
Además del envío de armas otro tema que se abordó fue la posibilidad de excluir a Rusia del sistema de pagos internacional SWIFTt, a lo que se oponen todavía varios países de la UE.
En ese contexto, el presidente de la República Checa, Milos Zeman, instó a excluir a Rusia cuanto antes del SWIFT, lo que ve como única medida contundente para detener la invasión en Ucrania.
«Tenemos dos opciones: o bien excluimos a Rusia del SWIFT o seremos testigos en unos pocos días de la total ocupación de Ucrania por Rusia, al mismo tiempo que denunciaremos esta ocupación», dijo el mandatario checo, que se inclinó por la primera opción.
«Esta sanción (excluir del mecanismo de pagos) tendrá un eco doloroso. Si los excluimos, tendrá serias consecuencias también para los miembros de la OTAN y del B9, pero podría funcionar, mientras que las palabras solas no funcionan», aseveró Zeman.
Zeman también puso hoy en duda la eficacia de las actuales sanciones contra Rusia.
«No olvidemos que los rusos están acostumbrados a las sanciones», recordó el político socialdemócrata.
CRÍTICAS POLACAS A NEGOCIOS CON RUSIA
Duda, en su intervención, criticó que se haya permitido «el rearme constante de Rusia» y que incluso este se haya financiado a través de la compra de gas y de petróleo por parte de los países ricos europeos.
«El sueño pacifista de los países ricos europeos y el consentimiento del rearme constante de Rusia financiado con la venta de gas y petróleo nos ha llevado a una situación en la que despertamos en una realidad completamente nueva», dijo.
Duda sostuvo que las élites rusas solo entienden el lenguaje del poder y que así han funcionado desde la época de los zares, pasando por la era comunista y llegando a la Rusia de Putin.
«La respuesta de Occidente debe ser firme, uniforme e implementada conjuntamente por toda la comunidad del Atlántico Norte. Debemos apoyar a Ucrania con más fuerza, especialmente a través del suministro de armas», concluyó.
Von der Leyen, a través de su cuenta de Twitter, recordó que los nueve países reunidos se liberaron de la dominación soviética hace décadas y conocen las penurias asociadas a la lucha por la liberad y la soberanía.
«Hoy estamos más decididos que nunca a responsabilizar al Kremlin por sus acciones bárbaras y apoyar al pueblo ucraniano de todas las formas posibles. Todos estamos detrás de Ucrania», escribió.
El B9 se creo por iniciativa de Polonia y Rumanía y a él pertenecen también Bulgaria, República Checa, Estonia, Lituania, Letonia, Eslovaquia y Hungría.
El presidente húngaro, János Áder, por su parte, comparó el ataque ruso a Ucrania con la invasión soviética a su país en 1956.
«Hungría condena muy decididamente el ataque ruso contra Ucrania. Este ataque es uno de los peores en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Hungría vivió en 1956 algo parecido», recordó Áder
En octubre de 1956, tras un proceso de apertura y reformas, el Gobierno húngaro declaró la neutralidad y anunció su salida del Pacto de Varsovia, la alianza militar liderada por la Unión Soviética.
El jefe del Estado dijo que su país es parte de la Unión Europea y de la OTAN y comparte sus posturas ante lo que calificó como «una agresión por parte del régimen de Putin».
El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, fue el jueves uno de los últimos líderes de la Unión Europea en condenar la invasión rusa.
Orbán es de los dirigentes comunitarios que mejores relaciones mantiene con Moscú.
EFE