Kinsasa, 30 de enero de 2025.- Un líder del Movimiento de Marzo (M23) prometió este jueves que el grupo rebelde seguirá en la estratégica ciudad congoleña de Goma (noreste), tomada el pasado lunes tras combates con el Ejército congolés, y amenazó con marchar hacia la capital de la República Democrática del Congo (RDC), Kinsasa.
«Estamos en Goma para quedarnos. Somos congoleños. Continuaremos la marcha de liberación hacia Kinsasa. Cuando nos piden que nos retiremos, ¿adónde quieren que nos retiremos? No vamos a ir a ninguna parte», afirmó Corneille Nangaa, líder de la Alianza Río Congo (AFC-M23, en francés), coalición político-militar de la RDC que integra al M23, en una rueda de prensa en Goma.
Nangaa desoyó así los llamamientos de la comunidad internacional que exigen la retirada de los insurgentes de Goma.
«Nuestro objetivo es crear un gobierno de la República Democrática del Congo que sea justo para todos, inclusivo y progresista. Todos somos congoleños que queremos que nuestro país sea mejor y que todos tengan una vida digna», subrayó.
El dirigente rebelde dijo que el grupo ha creado un equipo para gestionar y restaurar los servicios a la población de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte.
«Cuando tomamos Goma, nos encontramos con que la gente estaba asustada por quienes la estaban matando y pobre por el mal liderazgo que estaban soportando», aseveró.
«En las próximas 48 horas -adelantó-, se empezará a trabajar para reconstruir Goma, incluyendo el regreso de los niños a la escuela, tanto primaria como secundaria, y ofrecer todos los demás servicios necesarios».
Este lunes, el M23 -un grupo armado formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- tomó Goma después de varios días de intensos enfrentamientos con el Ejército congolés y sus milicias aliadas.
Esta escalada del conflicto ha generado un aumento de la tensión con la vecina Ruanda, ya que el Gobierno de la RDC acusa al ruandés de apoyar al M23, un extremo que ha confirmado la ONU.
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración que también ha sido confirmada por la ONU.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte.
Desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse en Goma, capital de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).
EFE