San Salvador, 5 mayo.- Las justificaciones y reclamos hechos por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, a los embajadores designados en su país no frenaron la crítica internacional por la destitución de magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y del fiscal general.
La noche del martes se conoció que el mandatario se reunió el lunes con los representantes diplomáticos, excepto el de Estados Unidos, el encargado de negocios Brendan O’Brien.
La grabación de la reunión, a pesar de que era privada, fue transmitida la noche del martes en cadena nacional de medios de comunicación.
El martes, cuando ya se había dado la reunión, las críticas y llamados de atención al Gobierno y Asamblea Legislativa de El Salvador continuaron.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, alertó ese día sobre una «alarmante tendencia hacia la concentración de poderes» en El Salvador, después de que el Legislativo, de amplia mayoría oficialista, destituyera a magistrados del Supremo y al fiscal general.
Las recientes destituciones «socavan gravemente la democracia y el Estado de derecho», al debilitar la separación de poderes, agregó Bachelet.
Por su parte, la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, hizo un llamamiento al «respeto al Estado de derecho, la independencia judicial y a la separación de poderes» en el país centroamericano.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, consideró que su Gobierno debe responder a las destituciones y añadió que un Poder Judicial independiente «es crucial» para una democracia sana y una economía fuerte.
La ministra británica para las Américas, Wendy Morton, también mostró su preocupación «ante la remoción de jueces» y del fiscal general.
«Es vital en una democracia que los jueces y el sistema de justicia sean imparciales, independientes y no sujetos a presiones externas. La confianza en la Justicia depende de ello», manifestó.
Además, más de un centenar de organizaciones civiles de Latinoamérica rechazaron «la captura» de la Sala de lo Constitucional.
LOS ARGUMENTOS DE BUKELE
El presidente salvadoreño dijo el sábado en sus redes sociales a la comunidad internacional que están «limpiando la casa» y que «eso no es de su incumbencia».
Bukele aseguró a los embajadores, dos días después de las destituciones, que «las cosas que están sucediendo en El Salvador son básicamente un producto de las elecciones» de febrero pasado.
«No solo teníamos el poder de hacerlo, sino que el pueblo nos lo pidió», indicó al agregar que, a su juicio, «no tenía lógica» cuestionar al país.
«No nos esperábamos en ningún momento una condena internacional porque no había nada que condenar», añadió.
Bukele dijo a los embajadores que los informes «están cargados a un lado» y que «están mal informando a sus países».
En la reunión, a pesar de que las acciones condenadas por la comunidad internacional fueron hechas por el Congreso, no se presentó ningún diputado, sino que el mandatario se apoyó de uno de sus asesores jurídicos.
«¿A dónde está la violación aquí? ¿Cómo pueden condenar que cumplimos la Constitución?», agregó, tras asegurar que los legisladores «dieron 29 páginas de causas específicas» para las destituciones.
PRESIDENTE ROMPIÓ ACUERDO DE PRIVACIDAD
Al menos tres de los embajadores que estuvieron en la reunión con Bukele confirmaron en redes sociales que la reunión trasmitida a nivel nacional se dio el lunes y que existía un acuerdo de privacidad.
«Gracias Presidente @nayibbukele por poner en cadena nacional una reunión privada que tuvimos ayer (el lunes)», escribió el embajador de la Unión Europea, Andreu Bassols.
El diplomático dijo a Bukele en la cita que «fue chocante» ver las destituciones «sin trámites previos» y «sin que ellos (los magistrados) pudieran decir prácticamente nada».
El embajador de Francia, François Bonet, publicó en Twitter: «Pues sí, Gracias Presidente @nayibbukele, mi hijo se sintió muy orgulloso de ver a su padre en todos los canales. Le dije que era una sorpresa, y también para su padre».
Este miércoles se realizará una nueva sesión del Congreso y, por publicaciones del presidente Bukele y diputados oficialistas, se especula que continúen las destituciones de funcionarios que en el último año se enfrentaron con el presidente.