El Congreso rescató de la Ley de Financiamiento la medida que obliga a pagar un impuesto a los que tengan patrimonios de 5.000 millones de pesos o más.
La tarifa que continuarán pagando estas personas es del 1 %, es decir, 50 millones de pesos al año, si su conjunto de bienes, derechos, cargas u obligaciones son de este monto; en caso de que lo superen, el impuesto a pagar será mayor, así lo había estipulado la Ley aprobada en 2018 y que tumbó la Corte Constitucional.
En lo que respecta al impuesto de renta, las personas que tengan ingresos mensuales entre 4.854.000 pesos y 11.708.000 pesos, tendrán un tributo a cargo de 28 %, los que ganen entre este último monto y 297 millones de pesos, tienen que pagar una tarifa de renta del 33 %.
Las personas con ingresos mensuales más altos, es decir, de entre 300 millones de pesos y 1.000 millones de pesos en adelante, tienen un impuesto de renta a cargo de 35 %, 37 % y 39 % dependiendo de lo que reciban; esto se empezará a ver reflejado a partir de 2020 teniendo en cuenta el año fiscal en curso.
Este cálculo se hace con base en la Unidad de Valor Tributario (UVT) vigente para este año de 34.270 pesos; el próximo año los montos subirían dependiendo la UVT que fije la Dian.
Sin embargo, no todas son malas noticias para los más ricos; el Congreso también aprobó una disminución del impuesto a los dividendos del 15 % al 10 %, esto quiere decir que estas personas tendrán que pagarle menos al Estado por la plata que se reparten de sus respectivos negocios y transacciones en el mercado de capitales.
Tomado de Pulzo.com
