Esta medianoche comienza el periodo de siete días en que los talibanes se han comprometido a reducir la violencia en Afganistán, una condición clave antes de la firma del acuerdo con Estados Unidos que, según revelaron este viernes ambas partes, se producirá el próximo 29 de febrero.
La reducción del nivel de las hostilidades por parte de los talibanes es vista por EE.UU. y el Gobierno afgano como una condición previa a la aprobación del acuerdo, negociado entre la formación insurgente y Washington en Catar desde hace más de un año, que abrirá las puertas a las negociaciones de paz intraafganas.
La posible firma del acuerdo llega en medio de una crisis en la nación afgana, desatada por el anuncio esta semana de los resultados de las elecciones presidenciales que dan al actual presidente Ashraf Ghani como ganador, después de que el segundo candidato en número de votos, Abdullah Abdullah, rechazase el recuento.
SIETE DÍAS DE VIOLENCIA REDUCIDA
El portavoz adjunto del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) afgano, Kabir Wasiq, afirmó este viernes a Efe que los talibanes comenzarán su plan de reducción de la violencia a partir de esta noche y por un periodo de siete días.
«La fase de reducción de la violencia entre las fuerzas de seguridad del país y los talibanes empezará esta semana a partir de esta medianoche (19.30 horas GMT del viernes), y el Gobierno afgano ha estado preparándose estos días», avanzó Wasiq.
Según el portavoz adjunto, el Gobierno afgano está «completamente preparado» para esta fase y ha afirmado que los talibanes reducirán «significativamente» sus ataques y no llevarán a cabo atentados suicidas ni bombardeos.
Por su parte, las autoridades de la nación asiática han afirmado que tomarán represalias contra los combatientes talibanes si éstos violan el compromiso.
PASO PREVIO A LA FIRMA DEL ACUERDO CON EE.UU.
Washington ve este periodo de reducción de la violencia como una forma de verificar que los líderes políticos de los talibanes en Catar controlan a los insurgentes en Afganistán, así como para probar si están realmente comprometidos con la paz.
El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, anunció hoy en un comunicado que se «están preparando para la firma (del acuerdo) que tendrá lugar el 29 de septiembre», a condición de que los talibanes cumplan con su palabra.
«Los negociadores de EE.UU. en Doha han llegado a un acuerdo con los talibanes sobre una reducción de la violencia significativa y a nivel nacional en Afganistán. Tras una implementación exitosa de este acuerdo, se espera que llegue la firma del acuerdo», dijo Pompeo.
El secretario de Estado recurrió además a Twitter para señalar que «es un paso importante en la larga ruta hacia la paz», y pidió a todos los afganos «que aprovechen esta oportunidad».
Por su parte, los talibanes confirmaron la fecha también en un comunicado y precisaron que ambas partes invitarán a «numerosos» representantes de diferentes países y organizaciones internacionales a la firma en Doha.
NEGOCIACIONES INTRAAFGANAS Y SALIDA DE EE.UU.
La formación insurgente detalló que el acuerdo permitirá «sentar las bases para la paz en todo el país gracias a la retirada de todas las tropas extranjeras».
La salida de Afganistán de las tropas estadounidenses, entre 12.000 y 13.000 actualmente, es una de las peticiones clave de los talibanes, que coincide en parte con la promesa electoral del presiente estadounidense, Donald Trump, de reducir la presencia de EE.UU. en la nación asiática.
A cambio, los talibanes han prometido que «el territorio de Afganistán no será utilizado contra la seguridad de otros», una de las exigencias de Washington.
Se espera que la firma del acuerdo abra las puertas a conversaciones de paz directas entre Kabul y los talibanes.
En este sentido, la formación insurgente afirmó que el acuerdo «estructurará el camino» las conversaciones de paz «con varios partidos políticos del país».
CRISIS POLÍTICA EN AFGANISTÁN
Tanto el comienzo del periodo de reducción de la violencia como el anuncio de la firma del acuerdo llegan en un contexto de inestabilidad política en el país.
La Comisión Electoral Independiente de Afganistán (IEC) anunció el pasado martes los resultados finales de las elecciones presidenciales de septiembre, dando ganador al actual presidente afgano, Ashraf Ghani.
El segundo candidato más votado, Abdullah Abdullah, calificó de «robo» los resultados electorales y anunció la formación de su propio Gobierno.
La situación recuerda a la que vivió el país en 2014 tras las elecciones presidenciales, cuando Abdullah se negó a reconocer los resultados y dio paso a una crisis que solo se resolvió meses después con la formación de un Gobierno de Unidad Nacional con Ghani como presidente y Abdullah como jefe del Ejecutivo.
EFE.