Kabul, 16 de abril de 2025.- Con el comienzo del nuevo año académico en Afganistán, estudiantes de Kabul informaron que la administración escolar y los departamentos locales de educación les han instado a cumplir con el nuevo código de vestimenta obligatorio, alineado con las preferencias talibanes.
Desde que tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021, los talibanes han estado implementando una interpretación estricta de la ley islámica. Según los estudiantes, los varones ahora deberán utilizar obligatoriamente la vestimenta tradicional afgana, comúnmente usada por hombres mayores y estudiantes de seminarios religiosos.
Específicamente, los alumnos tendrán que vestir ‘shalwar kameez’ (un conjunto tradicional que consiste en pantalones anchos y una camisa larga) y el turbante.
Sin declaraciones de los talibanes
Por el momento, el Ministerio de Educación talibán aún no ha emitido una declaración pública formal acerca del nuevo código de vestimenta, pero testigos presenciales y los medios locales han confirmado a EFE que la normativa se está implementado en varios centros de la capital de Afganistán.
«El director nos dijo que usemos un ‘shalwar kameez’ blanco y un turbante para asistir a la escuela», dijo a EFE el estudiante de secundaria Ahmad Ramin.
Los alumnos especificaron que el tipo de uniformes varía según el nivel de grado (año escolar) de los estudiantes. Los de décimo grado (equivalente al nivel de secundaria superior para estudiantes de entre 15 y 17 años) deben usar la vestimenta blanca con turbante, mientras que los de grados inferiores deben usar ropa azul con la cabeza cubierta.
«No todos los estudiantes lo cumplen aún, pero nos han instruido firmemente a usar el uniforme para asistir a clases», comentó a EFE Ali Ahmad, estudiante de noveno grado.
Una vestimenta tradicional con implicaciones culturales
El ‘shalwar kameez’ y el turbante son prendas tradicionales usadas por hombres adultos, particularmente en las regiones rurales de Afganistán. Además, también son utilizadas por estudiantes religiosos, subrayando una creciente influencia conservadora de los talibanes en la vida cotidiana.
Pese a la ausencia de un anuncio oficial, el nuevo código de vestimenta se está implementando, lo que ha generado preocupación entre padres y alumnos, especialmente por la implicación que esta medida tiene en las ya amplias limitaciones a las libertades personales en Afganistán.
Esta imposición se suma a otras restricciones, particularmente severas para las mujeres y las niñas.
Códigos de vestimenta previos
Anteriormente a la llegada de los fundamentalistas al poder, el gobierno republicano afgano mantenía uniformes distintos para los estudiantes de las zonas urbanas y rurales de Afganistán.
«Creamos una regulación llamada Política de Uniformes que tenía dos tipos. Un tipo de ropa era el de pantalones, camisa y corbata (aunque esta última no era obligatoria). En las áreas rurales, la ropa consistía en ‘kameez’ y ‘shalwar’, que es lo que habitualmente se usa en la vida cotidiana», explicó a EFE el exviceministro de Educación, Ghulam Jelani Hamayoun.
Según el ex alto cargo, la política de uniformes anterior era flexible y se ajustaba a los principios de respeto a las costumbres de las diferentes culturas de este país asiático.
«En áreas donde era necesario considerar el acceso y el enfoque local, la política de uniformes era muy flexible. La ropa tradicional o del día a día se aceptaba como uniforme para no forzar a los estudiantes», agregó Hamayoun.
Veto a las niñas y detenciones arbitrarias
En el caso de las niñas, cuya educación ahora está limitada hasta los 12 años de edad, el anterior Gobierno de Afganistán aceptaba varios tipos de uniforme que incluían vestidos largos, camisas y ‘shalwar’ con velo para las adolescentes, y con pañuelo para las estudiantes de secundaria.
La imposición de un código de vestimenta específico para los niños marca otra medida que reduce las libertades y refleja la visión estricta de los talibanes sobre los roles y la apariencia en la sociedad.
Los fundamentalistas que lideran Afganistán han incorporado un conjunto de medidas drásticas que inciden en casi todos los aspectos de la vida de los afganos, y especialmente de las mujeres.
La semana pasada, la misión de asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés) documentó en un informe varios casos de detenciones arbitrarias por contravenir la ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, una interpretación rigurosa de la ley islámica o sharía que entró en vigor en agosto del año pasado.
Entre los arrestos, se llevaron a cabo detenciones porque la barba de las personas acusadas no tenía la longitud conforme a las normas o porque sus peinados no se ajustaban a las mismas.
EFE