Su ronda no terminó; continúa desde lo alto, protegiendo a la patria.
BOLÍVAR, COLOMBIA. (28 JUL 2025) – La Policía Nacional llora la muerte de dos de sus hombres, los patrulleros Carlos Eduardo Julio Jiménez y Miguel Alexander Rebolledo García, quienes perdieron la vida en circunstancias trágicas mientras cumplían con su deber. Su partida deja un vacío profundo en la institución y en las comunidades que alguna vez protegieron.
Según lo informado por La Policía Nacional De Colombia. El accidente que marcó este luto ocurrió cuando los patrulleros viajaban en motocicleta para prestar apoyo durante las corralejas de Hatillo de Loba, en el sur de Bolívar. Una volqueta, que presuntamente invadió su carril, los embistió en la vía Mompox–Guamal. Miguel murió en el acto; Carlos, gravemente herido, luchó por su vida hasta la tarde del viernes 25 de julio, cuando falleció en una clínica de Bosconia, Cesar.
Dos vidas dedicadas a servir
Carlos Eduardo Julio Jiménez, de 24 años, nació en Arjona, Bolívar, pero creció en Restrepo, Meta. Ingresó a la Policía en 2024, luego de prestar servicio militar en la Armada Nacional, y se graduó en la Escuela de Carabineros Alfonso López Pumarejo. Era conocido entre sus compañeros como “el loquito del grupo”, siempre dispuesto a sacar una sonrisa en los momentos más difíciles.
Miguel Alexander Rebolledo García, también de 24 años, era barranquillero. Llevaba poco más de un año en la Policía y ya había recibido 12 felicitaciones por su disciplina y dedicación. Sus compañeros lo describían como un joven alegre, apasionado por el Junior y la salsa, y con un talento para el dibujo que usaba para expresar lo que muchas veces callaba.
Unidos en vida, inseparables en la muerte
Ambos jóvenes habían forjado una amistad que trascendió lo laboral. Compartían patrullajes, risas y sueños. Miguel partió primero, y pocos días después, Carlos lo siguió. Para sus compañeros, la conexión entre ellos era tan fuerte que parecía inevitable que sus destinos quedaran entrelazados.
Homenaje y legado
“Hoy no perdemos solo a dos patrulleros. Perdemos a dos hijos del uniforme, a dos hermanos del alma”, expresó con profunda emoción el coronel John Edward Correal Cabezas, comandante (e) del Departamento de Policía Bolívar.
En apenas 10 meses, Carlos había recibido ocho felicitaciones oficiales, y Miguel, en poco más de un año, sumó 12. Pero su mayor legado no está en los reconocimientos, sino en las memorias que dejan: la risa de un niño al verlos pasar, la tranquilidad de un patrullaje seguro y la amistad inquebrantable que inspiraron en sus compañeros.
Hoy, sus nombres quedan grabados como ejemplo de compromiso, lealtad y amor por la patria.
A.U.
La información contenida en este artículo de prensa corresponde a la narración de los hechos noticiosos objetivos, suministrados por los funcionarios encargados de adelantar las investigaciones penales al interior de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación. Para el momento de la divulgación de este comunicado, la situación jurídica de la(s) persona(s) relacionada(s) se encuentra pendiente de resolver por la autoridad judicial competente, siempre bajo los preceptos de la presunción de inocencia, consagrados en el artículo 29 de la Constitución Política y el artículo 7º de la Ley 906 de 2004.