Buenos Aires, 20 mayo.- El expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019) dijo este jueves que el actual Gobierno es «lo más parecido a un ejercito de demolición», acusó a al actual presidente, Alberto Fernández, de no tener autoridad y se autodefinió como víctima, junto a su familia, de una persecución judicial.
«Creo que este es el último Gobierno populista de nuestro país, y van a venir 20 años de crecimiento donde Juntos por el Cambio (su formación política) comenzará el trabajo de transformación», señaló el exmandatario en declaraciones al diario La Voz.
Para Macri, «ya casi no quedan argentinos» que no piensen que el peronista Fernández, quien le venció en las elecciones de 2019 con la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) como vicepresidenta, «no tiene autoridad».
«Lamentablemente no tiene autoridad. No podemos tener un presidente que dice algo el lunes y se contradice el martes. Todos los días es un discurso distinto y siempre en un cinismo que uno no sabe en donde va a terminar», agregó.
OPTIMISTA
El expresidente se definió como «muy optimista en el largo plazo» al considerar que los argentinos están aprendiendo «con mucho dolor» de la experiencia del actual Gobierno.
«Queda en evidencia la mentira y la ineptitud. Va a generar una toma de conciencia y final del populismo en Argentina», reiteró.
«La gente espera que estemos más unidos que nunca frente a tanto atropello institucional como estamos viviendo, vivimos horas de angustia permanente», añadió.
Macri se refirió a la política contra la covid-19, «en un país en el que no hay vacunas», y solo unos días después de que su decisión de vacunarse en Estados Unidos generara controversia.
«Yo viajo a Miami para dar una conferencia y me comenta otro panelista que había ido a una farmacia, había pagado y lo habían vacunado. Lo mínimo que yo podía aportar es liberar mi vacuna» para que la aproveche otro argentino, aseveró, y agregó que, durante su mandato, Argentina habría tenido más vacunas por «las buenas relaciones que tenía con todos» los países.
UNA «PERSECUCIÓN»
Respecto a las causas judiciales sin «fundamento» que le afectan por actos de su tiempo como presidente y por las empresas que fundó su padre y siguen bajo la órbita familiar, Macri insistió con que tanto él como su familia son víctimas de una persecución impulsada por el Gobierno.
«Ellos hablan del ‘lawfare’ (judicialización de la política) y es lo que hacen ellos», sentenció, en referencia a Cristina Fernández, quien está procesada en varias causas por presunta corrupción en su mandato y también acusa al macrismo de haber hilvanado una persecución contra ella, algo que el exmandatario niega totalmente.
SIN MIEDO A SER DETENIDO
Consultado por si teme ser detenido, Macri dijo no tener miedo pero sí estar «preocupado y ocupado».
«Este nivel de atropello es todos los días, hasta a titulo personal sacándome parte de la custodios, los autos, a los pocos meses de haber salido de funciones. (…) Trato de comulgar con esto, los abogados que tengo son muy buenos y rebatiendo las barbaridades que están haciendo», señaló.
El expresidente también se refirió al debate que se da en el Congreso para, a iniciativa del oficialismo, cambiar la forma de elegir al fiscal (procurador) general de la nación.
«Si ellos llegasen, que yo creo que no van a llegar, a conseguir votos para poner un procurador, se acaba la democracia en nuestro país», remarcó.
En el mismo sentido, Macri dijo que entiende que su compañero de partido Fabián «Pepín» Rodríguez Simón, investigado en una causa por presunta persecución al grupo propiedad de un empresario afín al kirchnerismo, haya pedido refugio político en Uruguay.
«Sí me lo comunicó. Me sorprendió, pero también tengo que entender», afirmó, seguro de que sufre una persecución.
EFE