París, 25 de octubre de 2022.- El presidente francés, Emmanuel Macron, recibirá este miércoles al canciller alemán, Olaf Scholz, en un momento en el que las relaciones entre París y Berlín no pasan por el mejor momento, con tensiones en varios ámbitos.
El Elíseo confirmó este martes que el encuentro, un almuerzo de trabajo, se desarrollará para tratar asuntos como la defensa, la economía y la energía, «con el objetivo de reforzar las cooperaciones franco-alemanas».
La reunión se produce tras el viaje de Macron a Berlín el pasado día 3 y después del Consejo Europeo del pasado jueves, agregó el Elíseo en un comunicado, en el que también señaló que ambos dirigentes abordaran «los desafíos comunes» que ambos países «deberán afrontar en el decenio próximo y la mejor manera de responder de forma unida y solidaria».
La guerra en Ucrania también figurará en el menú de trabajo, «con el mismo espíritu de apoyo indefectible» a Kiev.
El Elíseo aseguró que Scholz «dará cuenta de las decisiones tomadas en la conferencia sobre la reconstrucción de Ucrania» que tiene lugar este martes en Berlín, organizada en el marco de la presidencia alemana del G7.
Pero el encuentro servirá sobre todo para relanzar el eje franco-alemán, algo deteriorado por las diferencias entre ambos países a la hora de afrontar retos como la solidaridad europea, la explosión de los precios de la energía o la cooperación en materia de defensa.
Síntoma de ese enfriamiento fue la suspensión este miércoles del consejo de ministros bilateral que debía tener lugar en el castillo de Fontainebleau, que iba a ser el primero de Scholz y que fue retrasado varias semanas.
Desde el escudo antimisiles que ha lanzado Berlín, el futuro avión de combate europeo o la forma de afrontar la crisis energética son algunos de los elementos que han distanciado a ambos motores de la construcción europea.
París defiende que la UE ponga en marcha un mecanismo similar al de la llamada «excepción ibérica» para limitar el precio del gas que se utiliza para la generación de electricidad, mientras que Berlín es uno de los que se opone frontalmente.
Scholz, por su parte, lleva semanas dando su apoyo a España y Portugal con el proyecto de gasoducto MidCat, finalmente abandonado por la oposición de Macron y sustituido por el BarMar, un corredor de hidrógeno entre Barcelona y Marsella.
EFE