Damasco/Tartus(Siria), 19 dic – Siria avanzó esta jornada un paso más en su transición con varios elementos que hubieran sido impensables hace apenas 15 días: grupos de la sociedad civil se manifestaron en la capital exigiendo su participación política y un Estado laico, mientras que unos 2.000 funcionarios y exmilitares del régimen de Bachar Al Asad que habían huido a Irak regresaron tras ser indultados.

 Centenares de personas se concentraron este jueves en la céntrica plaza de los Omeyas, en Damasco, el que se ha convertido en el centro de expresión popular desde el derrocamiento del régimen de Al Asad, portando pancartas y cantando lemas en defensa de una sociedad civil fuerte y diversa en un país laico que respete todas las sensibilidades religiosas.

Esta marcha se produjo sin incidentes y constituye el primer mensaje político en las calles dirigido al gobierno interino que asumió el poder en el país liderado por la coalición islamista encabezada por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, o HTS en árabe), grupo heredero de la filial siria de Al Qaeda.

La movilización, que planea repetirse en los próximos días en otros puntos del país bajo el control del Gobierno dirigido por Mohamed al Bashir, fue impulsada por los sectores más liberales de la sociedad siria, contrarios tanto al régimen de Al Asad como a cualquier imposición religiosa que pueda surgir ahora en el territorio.

No será Afganistán

El nuevo hombre fuerte del país y lidíer de HTS Ahmed al Sharaa ya indicó en diversas ocasiones que la nueva Siria buscaría unir a todo el país y no caer en el sectarismo.

Este jueves, en una entrevista concedida a la BBC británica, Al Sharaa afirmó que «por supuesto» las mujeres tendrán acceso a la educación en Siria y descartó que el país se convierta en algo similar al Afganistán de los talibanes.

«El Gobierno sirio y el sistema de gobierno estarán en consonancia con la historia y la cultura del país», afirma, al tiempo que mantiene que «habrá un diálogo para garantizar que todo el mundo esté representado», dijo.

Mientras, Irak entregó a una fuerza de protección siria a 1.905 funcionarios y militares de diferente rango del Ejército sirio que huyeron del país a través del paso fronterizo de Albukamal, que se refugiaron allí durante la ofensiva insurgente que terminó con el régimen de Al Asad.

EFE/ Yahya Nemah

Esta repatriación se produjo «a petición de los interesados» y «tras tomar compromisos por escrito de los solicitantes de regresar a su país con sus generosas familias», acogidos por una amnistía emitida por las «actuales autoridades», informaron fuentes oficiales iraquíes.

Al Sharaa ya había anunciado durante la ofensiva que todo soldado y oficial de Al Asad que depusiera sus armas estaría «a salvo». Posteriormente, con la caída del régimen ya consumada, el líder dijo que perseguiría tan solo «a los criminales de guerra».

Menos rusos

De forma paralela, este jueves EFE constató que fuerzas rusas -el mayor soporte del régimen de Al Asad junto con Irán- se retiraron de sus posiciones en Qamishli, en el norte de Siria, por vía aérea.. Aviones de transporte pesado de tipo Ilyushin cargaban en el aeropuerto de la localidad vehículos militares, que podían verse en las carreteras de la población.

Asimismo, por las calles de Tartus, en la costa mediterránea de Siria, la presencia de militares rusos es mucho menor que antes, mientras que tropas del HTS están presentes por todos los lados.

En las inmediaciones de la base naval en Tartus, el principal enclave militar de Moscú en el mediterráneo, diversos residentes y operarios de seguridad afirman a EFE que no han visto un ruso desde hace bastante tiempo, mientras continúa la incertidumbre sobre el futuro de las grandes bases militares de Rusia en Siria.

En el plano diplomático, el secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó que la transición en Siria sea llevada a cabo «por los sirios y para los sirios, todos los sirios», y que sea «inclusiva, creíble y pacífica».

En unas declaraciones en la sede de la ONU en Nueva York, Guterres criticó los ataques israelíes contra territorio sirio (más de 400, según las propias cifras de Israel), que constituyen «violaciones de la soberanía siria y de su integridad territorial, y deben cesar».

El político portugués pidió además que la transición siria tome en cuenta a «todas las comunidades» étnicas o religiosas y que sea conducido de forma que «los derechos de mujeres y niñas sean totalmente respetados».

Precisamente para impulsar la búsqueda de desaparecidos, Guterres anunció también hoy el nombramiento de la mexicana Karla Quintana a la cabeza de la Institución independiente sobre las personas desaparecidas en Siria, creada por la Asamblea General de la ONU el pasado año.

EFE

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