Ciudad de Panamá, 5 mayo.- «Todos tenemos derecho a expresar nuestra voz, a discrepar … ¡Y esto no debe costarnos la vida!», rezaba una pancarta en una protesta pacífica celebrada este miércoles ante la Embajada de Colombia en Panamá, para exigir al presidente colombiano, Iván Duque, que «pare la masacre» de manifestantes en las calles del país andino.
Decenas de sindicalistas panameños y residentes colombianos en el país centroamericano se apostaron a la entrada del moderno edificio donde se ubica la legación diplomática en la capital panameña, con carteles que decían «NO A LA REFORMA A LA SALUD, NO AL ABUSO POLICIAL, S.O.S. COLOMBIA».
«Somos solidarios con ese pueblo que resiste y exigimos a la Embajada de Colombia que le transmita a su presidente que tiene que parar la masacre», declaró a Efe Jorge Guzmán, miembro de la Coordinación Nacional del Frente Nacional por la defensa de los derechos económicos y sociales (Frenadeso) de Panamá.
El presidente Duque «tiene que respetar la vida, que tiene que sacar al Ejército de las calles y a la Policía asesina», dijo el dirigente sindical, que resaltó que «el pueblo colombiano tiene apoyo internacional» y así lo está demostrando esta protesta pacífica.
Una mujer vestida con un traje típico colombiano con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera del país andino estaba sentada en el suelo sollozando ante la «impotencia de no estar» junto a los suyos en Colombia, a los que «de corazón» apoya desde la distancia, según expresó a Efe.
Johan Montoya, ciudadano colombiano residente en Panamá, opinó que en Colombia hay «una masacre contra la juventud simplemente porque están exigiendo transparencia en las decisiones políticas y económicas» que toma el Gobierno del país, donde el pueblo «está muriendo de hambre» porque hay una desproporción en la repartición de la riqueza.
Ante el legítimo derecho a la protesta y a aspirar un «país para todos, las fuerzas represivas están completamente desbordadas en Colombia», dijo Montoya a Efe, y alertó que «el mal actuar» de un grupo que ha «dañado propiedad privada» en medio de las manifestaciones no es excusa para que las autoridades respondan a las masas con «armas de fuego».
«Parece que estuviéramos en guerra realmente por la desproporción que se está dando en las calles, con tanquetas, con helicópteros… es sociedad civil por Dios, están armados con palos y piedras como para que les estén respondiendo de esa manera tan fuerte», agregó.
Miles de colombianos salieron este miércoles nuevamente a las calles del país en el comienzo del segundo «paro nacional» de protesta contra el Gobierno de Duque, después de una semana de intensas manifestaciones y violencia con decenas de muertos.
Las protestas comenzaron el pasado 28 de abril en contra de una reforma tributaria, que ya fue retirada, y hasta este miércoles dejan, según la Defensoría del Pueblo, 19 muertos, una cifra que organizaciones sociales como la ONG Temblores elevan a 31, atribuidas en su mayoría a la violencia policial, principalmente en Cali, la tercera ciudad del país.
La Defensoría denunció el martes que en la última semana han desaparecido al menos 89 personas, sin precisar las circunstancias, de las cuales solo dos han sido encontradas.
Al menos 72 civiles y 19 policías fueron heridos en la asonada de anoche en Bogotá, en la que vándalos atacaron al menos 23 estaciones de policía, una de las cuales fue incendiada con diez agentes dentro, en vísperas de un nuevo «paro nacional» contra el Gobierno de Duque.