Manila, 13 de mayo de 2025.- Las elecciones de mitad de mandato en Filipinas de este lunes han sido una «reprimenda» para el presidente Ferdinand Marcos Jr. por su enfrentamiento con el clan de su predecesor Rodrigo Duterte, que ha conseguido la alcaldía de su bastión sureño y una actuación de sus candidatos mejor de la esperada en el influyente Senado.
«Puede que no hayamos ganado todos los escaños, pero nuestro trabajo y misión continúan», reaccionó este martes Marcos Jr. en un comunicado en el que citó a su padre, el fallecido dictador de nombre homónimo, para llamar a la unidad a lo largo del espectro político.
La campaña ha estado marcada por la enemistad entre Marcos Jr. y la vicepresidenta, Sara Duterte, y por la detención en Filipinas del expresidente por orden de la Corte Penal Internacional (CPI) y su traslado a La Haya donde se encuentra detenido acusado de crímenes contra la humanidad.
Con el 97 % de los resultados preliminares escrutados, y a la espera de que la Comisión Electoral (COMELEC) publique el conteo oficial en los próximos días, los candidatos al influyente Senado impulsados por la alianza del presidente Marcos apenas lograron asegurar cinco de los doce escaños en liza.
«Ha habido un cambio evidente en la dinámica electoral, ya que parecía que la alianza en el poder se dirigía hacia una victoria fácil. Ahora, los resultados parecen más una reprimenda», dijo a EFE Sol Dorotea Iglesias, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Filipinas.
Los comicios, en los que además de la mitad del Senado también estaba en juego la totalidad de la cámara baja del Congreso y 18.000 puestos en las administraciones locales, son vistos como un referéndum a las políticas de Marcos Jr. tras llegar al poder en 2022 junto con Sara Duterte.
Una alianza exitosa que comenzó a desmoronarse gradualmente, y que explotó definitivamente cuando la vicepresidenta afirmó el pasado noviembre haber dado órdenes de matar al presidente si ella misma era asesinada.
El clan Duterte recibe un impulso
El clan Duterte se jugaba su supervivencia política en estos comicios. Según Iglesias, «parece claro que ha recibido una suerte de impulso» en el Senado y una consolidación de su base política en la isla sureña de Mindanao. No solo el patriarca se hizo con la alcaldía de su bastión en Davao, dos de sus hijos y dos nietos lograron también puestos a escala nacional y local.
Acusado de crímenes contra la humanidad por su sangrienta guerra contra las drogas y detenido en La Haya, el expresidente logró colocar a tres candidatos afines en la cámara alta del Parlamento, incluyendo al popular Bong Go y al conocido como el cerebro de la sangrienta guerra contra las drogas de Duterte, el exjefe de Policía Ronald Dela Rosa.
La inclusión en el último momento a la lista del expresidente de dos candidatas, que en un principio participan del lado de Marcos, implica que ambos campos rivales empataron en los comicios.
Imee Marcos, hermana del presidente, y Camille Villar dieron el salto a la lista de Rodrigo Duterte tras unirse al coro de voces que han calificado de ilegal su arresto, facilitado por un Marcos Jr. que aseguró estar respondiendo a una petición de Interpol.
Decepción en ambos bandos
Pero si Marcos Jr. adoptó un tono derrotista ante la reprimenda de las urnas, Sara Duterte mostró hoy una decepción similar.
«Aunque el resultado no fue el que esperábamos, nuestro compromiso con la población sigue siendo inquebrantable», señaló en un comunicado. Quizá porque dos de los cinco senadores logrados son adiciones de último momento y, en la turbulenta política filipina, de lealtad cuestionable.
Iglesias señaló, sin embargo, que los resultados en el Senado influirán directamente en las aspiraciones políticas de Sara Duterte. La vicepresidenta se enfrenta a un juicio político ante la cámara alta del Congreso que podría desembocar en su destitución, eliminando sus opciones de buscar la presidencia del país en las elecciones de 2028.
«Pero de 24 senadores, únicamente necesita que ocho voten en contra de la destitución», recordó la profesora.
La sorpresa de los «independientes»
Al margen de la pelea dinástica en la cumbre del poder, dos candidatos se colaron por sorpresa en la lista de senadores. Se trata de Bam Aquino, primo del expresidente Benigno Aquino (2010-16) y sobrino de la también expresidenta Corazón Aquino (1986-92), y del experimentado político Kiko Pangilinan, candidato fallido a la vicepresidencia en 2022.
Los «sorprendentes» resultados de Aquino y Pangilinan son «un claro reflejo de la renovada demanda de responsabilidad y liderazgo reformista por parte del pueblo filipino», según Victor Andres Manhit, fundador del laboratorio de ideas Stratbase.
Ningún sondeo electoral supo prever su victoria. Un ascenso que Risa Hontiveros, senadora crítica con Duterte, señaló hoy como una irrupción de «la verdadera oposición» en el Congreso.
David Asta Alares
EFE